Bruselas, 20 jun (.).- Bélgica cree que sufrirá un fuerte impacto en sus puertos a causa de las sanciones que acordaron este jueves en principio los países de la Unión Europea (UE) contra el trasvase de gas natural licuado (GNL) ruso en países comunitarios, recoge la agencia Belga.
Precisamente la presidencia belga de turno del Consejo de la UE ha dirigido las negociaciones entre los Veintisiete que han desembocado en el acuerdo político alcanzado hoy, que se espera sea oficializado el próximo lunes durante el Consejo que los ministros de Exteriores de la Unión celebrarán en Luxemburgo.
En concreto, este decimocuarto paquete de sanciones contra Rusia por haber invadido Ucrania, contiene medidas restrictivas por primera vez contra el GNL ruso.
No se trata de imponer una prohibición total, como ya hizo la UE con el carbón y el petróleo procedentes de Rusia: los buques procedentes de Rusia podrán seguir descargando GNL en Europa para abastecer a los clientes europeos, pero ya no se permitirá el transbordo a otros países.
Esto implica, según la agencia Belga, un “fuerte impacto” para el puerto de Zeebrugge, que cuenta con una terminal de transbordo que es uno de los principales puntos de acceso de GNL en Europa.
De acuerdo a ese medio, en 2023, más de la mitad de todo el GNL que llegaba a Zeebrugge procedía de Rusia.
La empresa Fluxys, propietaria de la terminal de transbordo, dijo hoy al diario “De Tijd” que es demasiado pronto para predecir la gravedad del impacto de las sanciones.
En 2015, la empresa belga firmó un contrato a largo plazo por valor de 1.000 millones de euros con la compañía rusa Yamal para el transbordo de GNL ruso.
Fluxys ha sido criticada durante mucho tiempo por seguir transbordando GNL ruso, recuerda Belga, mientras que ONG y organizaciones ecologistas llevan tiempo pidiendo que se prohíba esta práctica.
Por su parte, la Agencia Nacional para la Prevención de la Corrupción de Ucrania llegó a incluir a la empresa en su lista de 2023 de patrocinadores internacionales de la guerra impulsada por Rusia, apunta.
En cualquier caso, la propia Fluxys siempre ha dicho que, mientras no haya sanciones, está obligada a cumplir sus obligaciones contractuales con todos los clientes, incluidos los rusos.
Pero la empresa se verá obligada a cumplir con la UE y podría enfrentarse a reclamaciones por daños y perjuicios por parte de Yamal como consecuencia de ello.
En respuesta a la noticia, las acciones de Fluxys cayeron el jueves más de un 6%, hasta su nivel más bajo en 15 años.