Beneficios del ICBC crecen menos y confirman la tendencia del sector en China

Pekín, 27 mar (EFE).- El Banco Industrial y Comercial de China (ICBC) registró en 2012 un aumento del 14,5 por ciento de sus beneficios, una cifra que supone el crecimiento más bajo desde su salida a bolsa en 2006 y que confirma la tendencia a la ralentización de los principales bancos del gigante asiático.

Según informó la entidad financiera en un comunicado remitido a la Bolsa de Hong Kong, ICBC obtuvo el año pasado unas ganancias de 238.532 millones de yuanes (38.355 millones de dólares, 29.874 millones de euros).

La entidad, que con estas cifras se mantiene como el mayor banco del mundo por capitalización bursátil y por beneficios, atribuyó los resultados al incremento de los ingresos por intereses y comisiones, además de un "estricto control" de los gastos.

Este aumento del 14,5 por ciento es, sin embargo, mucho menor al registrado en años anteriores -en 2011 fue del 26 por ciento con respecto a 2010-, algo que la compañía atribuyó a la ralentización de la economía china y a la desregulación de las tasas de interés.

En su caso, el ICBC se benefició el año pasado de un mayor margen neto de interés -la diferencia entre los intereses devengados y los que se han pagado a los clientes- que se situó en el 2,66 por ciento, algo que contribuyó al crecimiento de sus ingresos en este ámbito (15 por ciento).

El control de los tipos de interés y del sector financiero por parte del Gobierno en China provoca que, a diferencia de las entidades financieras de otros países, los bancos del gigante asiático cuenten con un margen neto de interés mucho más amplio.

La paulatina desregulación y liberación de estas tasas, sin embargo, está empezando a lastrar estos márgenes, que en años anteriores habían superado el 3 por ciento de media.

El ICBC ha sido el último de los "cuatro grandes" bancos comerciales chinos que publicó sus resultados de 2012, unas cuentas que, aunque en todos los casos se ha superado el umbral del 10 por ciento de crecimiento de los beneficios, también se constata un freno.

Concretamente, el Banco de China (BOC) registró un aumento de sus beneficios del 12 por ciento, el Banco Agrícola de China (ABC) del 19 por ciento y el Banco de Construcción de China (CCB) del 14,4 por ciento, todos ellos con tasas mucho menores a las de años anteriores.

Según las cuentas anuales de las cuatro entidades -adaptadas a las normas contables internacionales y auditadas-, todas ellas gozan de un buen nivel de solvencia (con tasas de alrededor del 10 por ciento) y con niveles de morosidad extremadamente bajos (menos del uno por ciento).

Teniendo en cuenta los números absolutos, el ICBC supera claramente a sus "rivales" nacionales en cuanto a los beneficios, los ingresos y el volumen total de activos, que se situó a cierre de 2012 en los 17,54 billones de yuanes (2,82 billones de dólares, 2,2 billones de euros).

En su informe anual, el ICBC asegura que en 2013 "se mantendrá un crecimiento estable y rápido y se apreciará un progreso significativo en la reestructuración económica y profundización de las reformas del sistema financiero".

Las principales oportunidades de negocio, apunta la compañía, son la transformación de los sectores económicos más tradicionales en China, el proceso de urbanización, el mayor protagonismo de la demanda interna en la economía y las iniciativas "globales", en referencia a su expansión internacional.

Por otro lado, la crisis financiera mundial, las restricciones a los bancos comerciales provocadas por las nuevas normativas marcadas por Pekín o el efecto de los ajustes a la tasa de interés que se realizaron el año pasado son "los principales retos a afrontar".

A pesar de que en los últimos años los bancos han ganado más autonomía, el sector bancario en China permanece en manos del gobierno, que lo regula y utiliza, además de para fines comerciales, como herramienta política.

El Banco Industrial y Comercial de China cotiza actualmente en los parqués de Shanghái y Hong Kong y un 70,8 por ciento de sus acciones son de propiedad estatal. EFE