Madrid, 30 jul (.).- Berkeley (LON:BKGH) ha solicitado al Gobierno documentación sobre las autorizaciones relacionadas con las instalaciones radioactivas de Enusa en Badajoz y Salamanca, ya cerradas, para contrastarlas con lo que se le pide a ella para construir una mina de uranio en Retortillo (Salamanca).
La compañía ha detallado este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que ha solicitado al Ministerio de Transición Energética información relativa a la construcción y el desmatelamiento de La Haba (Badajoz) y Saelices El Chico (Salamanca) para verificar y contrastar las condiciones aprobadas por los organismos administrativos y reguladores competentes en proyectos de uranio similares en España.
La compañía insiste en que su plan para construir la mina de uranio a cielo abierto más grande de Europa en la pequeña localidad salmantina de Retortillo cumple con todos los requisitos, por lo que ha solicitado al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que desautorizó este proyecto, una nueva evaluación.
Berkeley "refuta enérgicamente" la evaluación del CSN y señala que toda la documentación presentada por la empresa ha sido preparada "siguiendo el asesoramiento de organismos independientes, nacionales y asesores y consultores reconocidos internacionalmente que son expertos en su campo".
Como viene manifestando desde que se rechazó su solicitud el pasado 12 de julio, Berkeley ha insistido hoy en que el dictamen del CSN "no es técnicamente acertado" y que su proyecto "cumple con la normativa en vigor", y confía en que el Ministerio para la Transición Ecológica atienda el informe de mejora que ha presentado y se lo remita al CSN para su revaluación.
La dirección de la empresa asegura que durante el proceso de evaluación, gran parte de la información adicional solicitada por el CSN ha estado relacionada con cuestiones relativas a etapas posteriores del licenciamiento, que no forman parte de los requisitos legales para el otorgamiento de la autorización de construcción.
Dichas cuestiones solo deberían tratarse tras la adjudicación de la construcción de la planta de concentrado, o incluso en el proceso de clausura del proyecto, según Berkeley, que en el reporte de sus cuentas semestrales únicamente detalla que cuenta con 80 millones de euros de caja.