Sídney (Australia), 6 may (.).- El Gobierno australiano expresó este jueves su "decepción" ante la decisión por parte del organismo planificador de China, su principal socio comercial, de suspender indefinidamente el diálogo estratégico bilateral, que servía para potenciar las relaciones económicas entre Pekín y Camberra.
"El Diálogo Económico Estratégico, que se celebró por última vez en 2017, es un foro importante para que Australia y China trabajen en cuestiones relevantes para nuestra asociación económica. Seguimos abiertos a mantener el diálogo y a participar a nivel ministerial", dijo el ministro de Comercio, Dan Tehan, en un correo electrónico enviado a Efe.
La Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo (CNRD) de China dijo para justificar su decisión que "algunos funcionarios australianos han lanzado una serie de medidas para alterar los intercambios y la cooperación entre China y Australia salidas de una mentalidad de Guerra Fría y de una discriminación ideológica".
El anuncio chino llega tres días después de conocerse que Australia analiza si atenta contra los intereses nacionales la licitación por 99 años del Puerto de Darwin, en el norte del país oceánico, a una empresa de capitales chinos que se cree tiene fuertes vínculos con el Partido Comunista chino.
Asimismo, el mes pasado el Gobierno australiano vetó dos acuerdos entre China y la región australiana de Victoria sobre proyectos vinculados a la Nueva Ruta de la Seda, un plan estratégico de Pekín, amparándose en una ley aprobada a finales de 2020 por el Parlamento con el objetivo de proteger los intereses nacionales.
El analista Jeffrey Wilson, del Centro USAsia, dijo a la cadena local ABC que la suspensión "es un acto de puro simbolismo" que tendrá "cero efecto significativo" dado que la última vez que se produjo un diálogo estratégico bilateral fue en 2017 y además, Pekín ya había dejado de interactuar con funcionarios australianos desde abril de 2020.
Australia y China cuentan con un tratado de libre comercio que entró en vigor en diciembre de 2015, lo cual no ha impedido la imposición de aranceles, como los que entraron en vigor el pasado 28 de marzo de hasta el 218,4 % para el vino embotellado australiano, que junto al francés dominaba el mercado del país asiático.
La imposición de aranceles al vino y otras medidas contra las exportaciones australianas tensaron más las relaciones entre Pekín y Camberra, después de que el país oceánico impulsara una investigación sobre la covid-19 en abril de 2020.
Pero el subjefe de la Misión china en Australia, Wang Xining, considera que la decisión de Camberra de excluir en 2018 a la empresa de telecomunicaciones Huawei de su red de 5G fue lo que deterioró las relaciones bilaterales.
En los últimos años, la nación oceánica aprobó una serie de leyes para bloquear la supuesta injerencia extranjera en la política y economía del país, sin citar directamente a China, sobre quien recaen sospechas de posibles ataques informáticos contra universidades y entes gubernamentales.
Por su lado, Pekín considera injerencia extranjera las críticas y las medidas adoptadas por Camberra como las denuncias por supuestas violaciones de los derechos humanos en la región noroccidental china de Xinjiang o la detención de activistas o periodistas de ciudadanía australiana.