Bruselas, 17 jun (EFE).- El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, pidió hoy que los acreedores privados de Grecia contribuyan al segundo rescate del país de manera voluntaria, en línea con el acuerdo alcanzado hoy entre la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
"El nuevo programa debería incluir también financiación voluntaria del sector privado", escribió Van Rompuy en la cuenta que posee en una conocida red social, pocas horas después de se hiciera público el principio de acuerdo entre Merkel y Sarkozy en Berlín.
Van Rompuy consideró que la integración del sector privado deberá hacerse sin cruzar "dos líneas rojas": que no desate un riesgo de crédito (credit event, en inglés), ni sea considerada un impago (credit default) por parte de los actores del mercado.
Las declaraciones de Van Rompuy coinciden con la visión franco-alemana expresada esta mañana por Merkel, al abogar por "una participación de los acreedores sobre una base voluntaria".
"Insisto en lo de la base voluntaria porque no queremos producir una suspensión de pago y tenemos que encontrar una fórmula conjuntamente con el Banco Central Europeo", dijo Merkel ante la prensa.
Merkel y Sarkozy explicaron que el principio de acuerdo entre los dos países se basa en la llamada iniciativa de Viena, mediante la cual los inversores privados se comprometerían, de manera voluntaria, a suscribir nueva deuda griega según fuera venciendo la que tienen en cartera.
Esta iniciativa supone una desviación de la propuesta inicial del ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, quien sugirió una prolongación de siete años de los plazos de vencimiento de los títulos de deuda griega a través de un cambio de bonos, desatando la firme oposición del Banco Central Europeo.
Los ministros de Finanzas europeos se reunirán los próximos domingo y lunes en Luxemburgo para avanzar en el segundo plan de ayuda a Grecia (incluida la participación privada en el rescate), y desbloquear el siguiente tramo de ayuda, que se eleva a 12.000 millones de euros, aunque otras fuentes lo sitúan en 18.000 millones. EFE