La Paz, 17 may (EFE).- El Gobierno boliviano puso hoy en duda el funcionamiento del ferrocarril chileno entre el puerto de Arica y la localidad de Visviri, promocionado esta semana por el Ejecutivo de Santiago como parte del cumplimiento de sus acuerdos con Bolivia.
La Cancillería de Bolivia comentó en un comunicado el anuncio chileno de la "Conmemoración del Centenario del Ferrocarril Arica a La Paz", que se celebró el pasado lunes en un acto encabezado por el presidente Sebastián Piñera en su país.
Según Bolivia, la conmemoración alude a una "aparente condición operativa del tramo Arica-Visviri" y "la supuesta reanudación de servicios en dicha sección".
De acuerdo con el comunicado, el tratado de Paz y Amistad de 1904, firmado tras la guerra del Pacífico (1879-1883) que enfrentó a ambos países, establece que el ferrocarril entre Arica y La Paz debía ayudar a Bolivia a paliar "su forzada situación de enclaustramiento marítimo".
"No obstante lo mencionado, dicho ferrocarril se encuentra paralizado en la parte que corresponde al territorio chileno desde hace varios años, situación que ha ocasionado una serie de daños a la economía, comercio exterior y desarrollo" de Bolivia, agrega.
Asimismo, señala que esa situación constituye un "incumplimiento" al artículo tercero del Tratado de 1904 y otros convenios complementarios suscritos en 1905 y 1928.
"El hecho de que esa línea férrea en su tramo Arica-Visviri no hubiera operado plenamente por más de una década constituye la prueba más evidente e incontrovertida que la República de Chile ha incumplido y continúa incumpliendo ésta y otras obligaciones internacionales convenidas bilateralmente", señala el comunicado.
La Paz insiste en "que la supuesta reanudación del ramal Arica-Visviri y el eventual e incierto reinicio de operaciones del Ferrocarril Arica-La Paz no repara en lo absoluto el hecho ilícito internacional perpetrado" por Chile de violación de los acuerdos.
Por ello, Bolivia "se reserva el derecho de acudir a las instancias Internacionales correspondientes", agrega la Cancillería.
Las operaciones del ferrocarril entre la ciudad de El Alto y el pueblo fronterizo de Charaña están también paralizadas hace varios años y en La Paz ni siquiera funciona su estación de trenes.
La mayoría de las operaciones ferroviarias en el oeste boliviano se hacen desde la ciudad de Oruro, a cargo de una empresa participada por capitales chilenos.
Piñera conmemoró el pasado lunes los cien años desde que entró en funcionamiento la línea férrea e incluso recorrió un tramo para comprobar las obras de rehabilitación que su Gobierno encara desde 2010.
La polémica sobre el ferrocarril surge en un momento difícil para las relaciones bilaterales luego de que Bolivia presentase en abril pasado una demanda contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) para que ese país le restituya la salida soberana al Pacífico perdida en 1879. EFE