Caracas, 21 feb (EFE).- Un grupo de víctimas del fraude del banco de Robert Allen Stanford gestiona que la ayuda oficial que se prevé dará Washington a la minoría de estadounidenses afectados también vaya a la mayoría no estadounidense, se conoció hoy en Venezuela.
Jaime Escalona, de la llamada Coalición de Víctimas de Standford América Latina (Covisal), dijo a Efe que comenzó esta semana con el envío de comunicaciones a congresistas de Estados Unidos, porque "muchos no tienen conocimiento de la catástrofe" que la estafa ha significado para unos 24.000 no estadounidenses, subrayó.
Del total de 27.977 víctimas de ese banco, unas 24.000 no son estadounidenses y de ellos "más de 10.000" son venezolanos, detalló en declaraciones telefónicas a Efe.
La Comisión del Mercado de Valores (SEC, por su sigla en inglés) acusa a Stanford, al director financiero del banco, James Davis, y a Laura Pedergest-Holt, inversora jefe de Stanford Group Company, de defraudar a los inversores con la venta de certificados de depósito por valor de 8.000 millones de dólares.
Escalona aseguró que unos 4.100 millones de dólares son de 24.000 no estadounidenses, y que la gran mayoría de ese monto y de esas personas, "unos 3.500 millones" corresponden a los más de 10.000 venezolanos.
Además se trata, destacó, "de una mayoría de ancianos" que vivían de esos recursos y que ahora atraviesan "una situación muy difícil".
El portavoz de Covisal ha enviado información del caso a los congresistas en Washington que en la actualidad discuten "un alivio económico" estatal, aunque inicialmente solo a favor de las víctimas estadounidenses de Stanford.
"Todos los dineros de todos (los inversionistas) en el mundo fueron a parar a cuestas estadounidenses; todo fue a parar a Estados Unidos (...), para dinamizar la economía norteamericana", por lo que no se puede dar "preferencia solamente a los estadounidenses", dijo.
Escalona reiteró una vez más sus acusaciones de "negligencia" e incluso "complicidad" contra algunas autoridades de fiscalización bancaria de Estados Unidos, entre ellas de la SEC que "sabían desde 1997" de operaciones del banco de Robert Allen Stanford de captación de recursos a través de ofertas de pago de dividendos imposibles.
"Después de 24 meses de sufrimiento", Covisal "clama justicia y suplica ayuda a congresistas de los Estados Unidos en sus esfuerzos por recuperar los ahorros que vilmente les fueron robados por R. Allen Stanford, ante la mirada indolente de legisladores, entes reguladores y de justicia del gobierno norteamericano", añadió Escalona en un comunicado. EFE