Atenas, 13 mar (EFE).- La agencia de calificación Standard & Poor's (S&P) mantuvo hoy la nota crediticia de Grecia, actualmente en B-/B, en perspectiva negativa debido a la incertidumbre sobre una conclusión exitosa de las negociaciones con los acreedores y a las necesidades de liquidez del país.
"Consideramos que, al menos en el corto plazo, hay incertidumbre sobre si Grecia concluirá con éxito un acuerdo de financiación con sus acreedores oficiales", afirmó S&P en un comunicado.
La agencia consideró que la situación de liquidez del Gobierno griego está "cada vez más bajo presión" y necesita recabar "financiación adicional" en el segundo trimestre de 2015 para hacer frente a sus obligaciones financieras.
"Creemos que la falta a corto y largo plazo de un plan de financiación claro y la incertidumbre política relacionada pesan sobre las perspectivas de recuperación del PIB y del cumplimiento tributario y aumentan el riesgo de una retirada significativa de depósitos", destacó la nota.
Para S&P el acuerdo que el Gobierno de Alexis Tsipras alcanzó con el Eurogrupo el pasado 24 de febrero para prorrogar el crédito hasta finales de junio "no aborda cómo se suplirán las necesidades de financiación de Grecia en los próximos meses".
Añadió que las partes "parecen tener una divergencia de opiniones" sobre las "políticas necesarias" para alcanzar un acuerdo definitivo que garantice la "financiación oficial".
La agencia recalcó que es "muy poco probable" que Grecia recupere "el acceso al mercado" para contar con "fuentes alternativas de financiación" en los próximos meses y por ello supeditó a que pueda "mitigar sus crecientes riesgos de liquidez" a que logre un consenso con los acreedores.
Según S&P, la "falta de claridad" respecto a la financiación en el corto y el medio plazo puede poner en riesgo "la recuperación de la economía" y la "posición fiscal" del país.
Agregó que la "presión" que sufre la banca por posibles problemas de liquidez se materializó entre finales de noviembre de 2014 hasta finales de enero de 2015, cuando los bancos griegos se enfrentaron a salidas de depósitos por "un valor aproximado de 18.000 millones de euros, lo que supone cerca de una décima parte de la base de depósitos del sistema en noviembre de 2014".
La agencia aseveró que confía en que la "tendencia de crecimiento" que empezó el año pasado "se confirme en el segundo semestre de 2015" y aseguró que un acuerdo con los prestamistas "ayudaría a impulsar la confianza de los mercados".