Tokio, 13 sep (.).- La Bolsa de Tokio cerró hoy mixta entre el optimismo de Wall Street ante la posibilidad de que se retrase la subida de tipos en EE.UU. y la firmeza del yen que desanimó a los inversores por el efecto que puede tener en las compañías exportadoras.
El selectivo Nikkei cerró hoy con una subida de 56,12 puntos, un 0,34 por ciento, y quedó en los 16.729,04 enteros, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa los valores de la primera sección, retrocedió 0,11 puntos, un 0,01 por ciento, y cerró en las 1.322,99 unidades.
Las principales ganancias las recogieron el sector farmacéutico y el de caucho, mientras que los de los seguros y el transporte marítimo cerraron con las mayores pérdidas.
El parqué tokiota abrió con buen ánimo gracias a las fuertes subidas en Wall Street la víspera después de que la gobernadora de la Fed Lael Brainard insinuara que la institución no tiene prisa y no llevará a cabo una subida de tipos en su reunión de la próxima semana.
Sin embargo, Tokio se mantuvo fluctuante durante toda la sesión debido a la fortaleza de la divisa local, que lastra los objetivos de las grandes compañías exportadoras niponas.
El fabricante de chips Renesas Electronics (T:6723) ganó un 2,2 por ciento después de anunciar hoy que se hará con la totalidad de la estadounidense Intersil por algo más de 327.000 millones de yenes (2.866 millones de euros/3.219 millones de dólares).
Se prevé que la transacción, aprobada por las juntas directivas de ambas empresas, se haga efectiva en la primera mitad de 2017.
No fue una buena sesión para los bancos que sienten la presión ante la posibilidad de que el Banco de Japón pueden recortar los tipos de interés hacia el terreno negativo en su reunión de la próxima semana.
Así, Sumitomo Mitsui (T:8316) se dejó un 2,2 por ciento y Mizuho Financial Group (T:8411) cayó un 1,6 por ciento.
En la primera sección, 940 valores avanzaron frente a los 862 que retrocedieron, mientras que 173 terminaron el día sin cambios.
El volumen de negocio ascendió a 1,666 billones de yenes (14.552 millones de euros), por debajo de los 1,791 billones de yenes (15.528 millones de euros) de la víspera.