Barcelona, 25 feb (.).- La multinacional alemana Bosch ha comunicado este jueves al comité de empresa su intención de cerrar la planta de Lliçà d'Amunt (Barcelona) dedicada a la producción de mecanismos de frenado para automóviles, en la que trabajan 336 personas, y trasladar la producción a Polonia, según han informado los sindicatos.
La compañía ya anunció hace unos meses el cese de la actividad -previsto para finales de este año- de la fábrica de Castellet i La Gornal (Barcelona), que emplea a otras 300 personas, por lo que los dos cierres supondrán el despido de más de 600 trabajadores.
Esta decisión agrava aún más la crisis que vive la industria de la automoción en Cataluña, donde en los últimos meses han anunciado su cierre compañías del sector como Nissan (T:7201) (2.525 despidos), TE Connectivity (248), Faurecia (PA:EPED) (160) o U-Shin (72).
Según UGT, la compañía, que aduce causas económicas para cerrar, tiene intención de transferir la producción asignada a la planta de Lliçà a la de Wroclaw (Polonia), por lo que se trata de "una deslocalización sin paliativos".
UGT afirma que tanto en el caso de Castellet i La Gornal como de Lliçà la empresa ha actuado "con crueldad", llevando a cabo una política "insolidaria y egoísta, muy lejos de los valores que como fundación defiende".
Recuerda este sindicato, además, que en los últimos años los trabajadores de ambas plantas han hecho grandes esfuerzos para facilitar la continuidad de la actividad, como congelaciones y reducciones salariales y reducciones de plantilla, pero que la respuesta última de Bosch ha sido cerrar las dos fábricas y echar a 600 trabajadores.
También USOC sostiene que este cierre obedece a la decisión de la multinacional de trasladar la producción a Polonia, lo que califica de "extremadamente grave", ya que son decisiones que se basan en la búsqueda de costes inferiores dentro de la propia Unión Europea.
Y todo ello, subraya USOC, ante la "pasividad" de las administraciones, que "no paran la sangría de puestos de trabajo que estas decisiones están ocasionando en el sector de la automoción y que están provocando una desertización industrial en Cataluña".
Desde USOC exigen "medidas efectivas y reales" que permitan revertir estos cierres, que en su opinión no obedecen a causas económicas, sino a decisiones "políticas y tecnológicas que son consecuencia de la falta de políticas industriales activas y a una negligente pasividad" de los gobiernos.
CCOO, por su parte, defiende que el cierre "no responde a causas justificadas, sino a una decisión estratégica tomada desde Alemania", y denuncia que la multinacional está aprovechando la actual situación para "desmantelar" las plantas productivas en Cataluña.
El vicepresidente del Govern en funciones, Pere Aragonès, ha expresado este jueves su preocupación por el "encadenamiento de cierres empresariales, especialmente en el ámbito industrial".
Ha señalado que el Departamento de Trabajo gestionará el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), apostando por la mediación y con el objetivo de revertir "todo lo que se pueda".
Ha reconocido que Cataluña necesita una política industrial y que tiene que reindustrializarse de forma "digital y verde". Al respecto, ha confiado en que los fondos europeos Next (LON:NXT) Generation "son una excelente oportunidad" y una "inyección de recursos" para hacerlo.
"Hay sectores que han sido muy importantes para nuestra economía y que tienen que afrontar procesos de transformación. Precisamente por esto hemos elaborado unos proyectos para acompañar a empresas y administraciones catalanas hacia los fondos Next Generation", ha subrayado.
Por su parte, el conseller de Empresa, Ramon Tremosa, ha asegurado que el Govern "no da por definitiva" la decisión de Bosch de cerrar la planta de Lliçà y ha lamentado que la compañía no haya comunicado antes su intención a la Generalitat.
"No damos por definitiva esa decisión", ha aseverado Tremosa, quien ha recordado que, en otras ocasiones, la Generalitat ha logrado convencer a las compañías para que "reconsideren" el cierre de alguna de sus plantas.
La planta de Lliçà de Vall está especializada en sistemas de frenado, mientras que la de Castellet i La Gornal fabrica motores para limpiaparabrisas.