Río de Janeiro, 31 may (EFE).- El sistema de salud pública de Brasil gasta casi un 30 por ciento de su presupuesto anual en el tratamiento de enfermedades relacionadas con la adicción al tabaco, según un estudio publicado hoy por la Alianza de Control al Tabaquismo (ACT).
La investigación, divulgada con motivo del Día Mundial sin Tabaco, indica que en 2011 la salud pública gastó 21.000 millones de reales (unos 10.500 millones de dólares) en el combate de las dolencias relacionadas con el tabaquismo.
El sector del tabaco pagó el año pasado 6.300 millones de reales (unos 3.350 millones de dólares) en impuestos, según el fisco brasileño.
Eso significa que el Estado gasta tres veces más recursos en el tratamiento de enfermedades relacionadas con el consumo de cigarrillos que lo que recibe en forma de impuestos por parte de la industria tabacalera.
"Esto demuestra que el país gasta más en el tratamiento de enfermedades consideradas evitables que la cantidad recogida de la industria del tabaco en forma de impuestos", señaló en un comunicado la directora de la ACT, Paula Johns.
El consumo de tabaco causa la muerte de unas 130.000 personas al año en Brasil, país de uos 190 millones de habitantes, según la Alianza de Control al Tabaquismo.
Johns dice que es preciso "deshacer el mito de que el tabaco es malo para la salud, pero bueno para la economía del país. La realidad es otra, los costes son enormes".
La directora de la organización indica que si se contara el efecto registrado en los fumadores pasivos, "los valores serían aún mayores".
Las enfermedades cardíacas, pulmonares y varios tipos de cáncer son las más comunes entre los consumidores de tabaco, según la investigación llevada a cabo por el Instituto Fernandes Figueira de la Fundación Oswaldo Cruz, de Brasil, y el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), de Argentina, con financiación de la ACT.
El secretario de Atención a la Salud del Ministerio de Salud, Helvécio Magalhães, dijo a la estatal Agencia Brasil que el número de fumadores en el país es de unos 25 millones de personas.
"Precisamos perfeccionar el aspecto legal que trata de la prohibición de fumar en lugares cerrados", dijo.
Brasil, segundo mayor productor de tabaco del mundo, cuenta desde hace varios años con una ley que prohíbe la publicidad del tabaco y que obliga a los fabricantes a incluir en las cajetillas imágenes impactantes sobre los efectos nocivos del cigarrillo.
La presidenta Dilma Rousseff sancionó en diciembre pasado la ley que prohíbe fumar en locales públicos cerrados, pero la ACT denuncia que "aún está pendiente" que se haga efectiva.
Para celebrar el Día Mundial sin Tabaco un centenar de personas recorrió hoy el Parque da Cidade de Brasilia con el objetivo de concienciar a la población de los riesgos del tabaquismo para la salud. EFE