Por Fiona Maharg-Bravo
MADRID (Reuters Breakingviews) - Abengoa (MC:ABGek) tiene una oportunidad de supervivencia. La endeudada firma de ingeniería y energías renovables ha montado un plan de reestructuración que supondrá, de llevarse a cabo, que se convierta una parte importante de sus 9.300 millones de euros de deuda en capital, y que los actuales accionistas vean desaparecer gran parte de su valor. El plan aún no tiene la rúbrica de todos los acreedores, pero Abengoa podría evitar ahora la mayor quiebra de la historia de España.
La nueva propuesta es ambiciosa. Alrededor del 70 por ciento de la deuda actual de Abengoa se convertirá en capital equivalente al 35 por ciento del capital de la empresa. Acreedores han aceptado prestar a la empresa hasta 1.800 millones de euros en nuevos fondos para financiar proyectos de concesión existentes y algunos nuevos, a cambio del 55 por ciento del capital. Los actuales accionistas, includa la familia Benjumea, que controla ahora la empresa, se quedarán con un 5 por ciento del capital, con la opción de obtener un 5 por ciento más si se cumplen los pagos de deuda en el futuro.
La empresa aún conservará una deuda de 4.900 millones de euros, una carga enorme teniendo en cuenta que Abengoa tendrá un flujo de caja negativo hasta 2018. Pero los nuevos fondos permitirán al grupo desarrollar una cartera de proyectos que tiene un valor potencial de 4.800 millones para 2020, que podrán entonces venderse. La nueva Abengoa se centrará en proyectos llave en mano menos intensivos en capital.
Aún quedan unas cuantas barreras para el acuerdo. La compleja red de instrumentos de deuda de Abengoa complica lograr un consenso. Tiene el respaldo del 40 por ciento de los bancos y los bonistas, y cree que puede obtener hasta el 60 por ciento antes de la fecha límite del 28 de marzo, cuando acaba el preconcurso de acreedores en que se encuentra.
Ese porcentaje queda aún lejos del umbral de 75 por ciento necesario para imponer al plan al resto de acreedores, pero si logra que ese 60 por ciento conceda a la empresa un periodo de espera o "standstill" de 7 meses, solicitará una prórroga al juez y tratará a continuación de conseguir el visto bueno del 75 por ciento de los acreedores.
Con todo, hay muchos incentivos para que se alcance un acuerdo. Abengoa vale siete veces más como empresa en funcionamiento que en un escenario de liquidación, según los asesores de Álvarez & Marsal. La compañía estima que su nuevo valor de empresa podría ser de 5.400 millones. Restándole la deuda, el valor del capital sería de 500 millones de euros, lo que supone entre 25 y 50 millones de euros para los actuales accionistas. Obviamente, podría valer más eventualmente si se paga la deuda. La capitalización de la empresa era de 4.000 millones de euros en septiembre de 2014. En vista de lo ocurrido, gran parte era solo aire.
(La autora es columnista de Reuters Breakingviews. Las opiniones expresadas son personales.)