San Sebastián, 21 jun (.).- El presidente de Repsol (BME:REP), Antonio Brufau, ha asegurado este martes que "demonizar los combustibles fósiles es un gravísimo error porque van a estar aquí hoy y en el año 2050".
"Lo que hay que hacer es que estos combustibles fósiles tengan una carga de carbono mucho menos intensiva que la actual y obviamente la solución no pasa por electrificarlo todo", ha defendido durante el 32 Encuentro empresarial de Elkargi y al que han asistido el lehendakari, Iñigo Urkullu; el vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones, Ricardo Mourinho-Félix; y la directora general adjunta de la Organización Mundial del Comercio, Anabel González.
Brufau ha dicho que no hay que negar que la estrategia de descarbonización "tiene que ser enormemente ambiciosa", si bien ha opinado que también debe "estar basada en el realismo" y "sustentarse en las capacidades industriales y tecnológicas de cada región" europea.
Ha advertido además de que "la terciarización de la economía" como forma de evitar las emisiones "no puede hacerse a costa de la industria" porque, según ha comentado, "esto no es el futuro".
"Evidentemente -ha añadido-, si terciarizamos la economía no vamos a emitir, pero no es el futuro. La descarbonización no puede hacerse impactando negativamente a nuestra industria", ha recalcado.
En este sentido, ha comentado que en Europa no se está produciendo "una descarbonización real" de la economía, porque lo que se está haciendo es "exportar emisiones" a otros países.
"Dejamos de producir aquí, pero se produce en China con un impacto en el planeta que es muy superior al que haríamos produciendo en nuestros país", ha señalado, al tiempo que ha puesto como ejemplo a la industria de la automoción. "Estaremos muy felices de que las baterías se produzcan en China pero veamos las consecuencias en el planeta de estas emisiones", ha comentado.
En cuanto al futuro, ha detallado que el camino para descarbonizar la generación eléctrica "ya está marcado" a medio plazo, si bien ha avanzado que "será muy caro" puesto que, como ha indicado, "para consumir un kilovatio de renovable se necesita una logística enormemente importante".
En cualquier caso, ha desvelado que aún resultará "mucho más complejo descarbonizar otros aspectos de la industria", un empeño al que, no obstante, será preciso "aplicarse" próximamente.
Brufau también ha aludido al "trilema energético" al que nos enfrentamos en la actualidad, integrado por la "sostenibilidad, pero también por la seguridad del suministro energético y la competitividad"; y que, como ha dicho "no pueden ir por separado" como ha ocurrido hasta ahora.
Por su parte, el vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones, Ricardo Mourinho-Félix, ha defendido "garantizar una transición justa para las regiones más afectadas por la lucha contra el cambio climático", en la que "nadie debe quedar rezagado" y para lo que ha abogado por "movilizar la inversión privada", además de la pública, porque sin ella "no tendremos éxito" en la protección del medio ambiente.
Mourinho-Félix, quien ha intervenido mediante videoconferencia, ha explicado que los Fondos Next (LON:NXT) Generation de la Unión Europea son de las "herramientas más poderosas" para avanzar en estos cambios necesarios, si bien ha insistido en que los recursos públicos "por si solos nunca serán suficientes para el éxito" de una "transición climática" que "requiere del compromiso de todos" y la "complementariedad" de la financiación privada.
La directora general adjunta de la Organización Mundial del Comercio, Anabel González, ha anunciado que su organismo prevé que este año el volumen del comercio de mercancías crezca "sólo un 3 %" en el planeta con "riesgos" además "a la baja" motivados por la guerra en Ucrania, la inflación y la covid-19.
González ha alertado asimismo de las "tres fuertes tensiones superpuestas" que están afectando a las cadenas de suministros globales, como son la actual y las "futuras" pandemias; el cambio climático, con fenómenos meteorológicos extremos y el aumento de la temperatura que impactan en las infraestructuras; y las desavenencias geopolíticas, como demuestra la guerra de Ucrania que "ha hecho subir más los precios".
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