Barcelona, 2 feb (.).- CaixaBank (MC:CABK) ha logrado en 2016 su mejor resultado en cinco años, con 1.047 millones de euros de beneficio, un 28,6 % más, y ha anunciado que analizará "caso a caso" todas las reclamaciones que reciba por las cláusulas suelo y devolverá de manera "rápida y sencilla" aquellas que considere abusivas.
La entidad que preside Jordi Gual ha registrado en el cuarto trimestre una provisión adicional de 110 millones de euros para hacer frente a posibles reclamaciones por las cláusulas suelo, que el propio banco retiró en octubre de 2015.
Esta dotación se suma a los 515 millones que ya había reservado para este fin en 2015, lo que sitúa el importe global de provisiones por las suelo en 625 millones, la mitad del impacto total -1.250 millones- que tendría para el banco la devolución total de estas cláusulas a sus clientes con carácter retroactivo.
Durante la presentación de los resultados de 2016, el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha explicado que la entidad ha habilitado un equipo de 130 personas para analizar todas esas reclamaciones y ha asegurado que los 625 millones aprovisionados serán suficientes para atender las demandas extrajudiciales.
Este equipo se encargará de estudiar "caso a caso" las reclamaciones y, si ha habido falta de transparencia o bien situaciones abusivas en la inclusión de estas cláusulas, se devolverá el dinero, con los correspondientes intereses, "de manera sencilla y fácil", y si no cumplen las características se lo dirán a los clientes, ha indicado Gortázar.
El directivo ha querido remarcar que las cláusulas suelo que dependen del banco proceden, "en su gran mayoría", de cláusulas incluidas por otras entidades financieras que CaixaBank ha acabado absorbiendo estos últimos años.
Gortázar, por otro lado, se ha mostrado "muy satisfecho" por los resultados obtenidos por CaixaBank en el ejercicio 2016, en el que se han superado los 1.000 millones de beneficio neto por primera vez desde 2011 gracias, sobre todo, a la evolución positiva de los ingresos 'core' o fundamentales, la contención de costes y las menores dotaciones.
La entidad ha reducido en el último año su ratio de morosidad hasta el 6,9 %, dos décimas menos que a cierre de 2015, y ha reforzado su liderazgo en el negocio de particulares y banca digital.
Pese a todo, CaixaBank ha procedido a revisar su Plan Estratégico para el período 2015-2018 y ha modificado su objetivo de rentabilidad, reduciéndolo en tres puntos, para adaptarlo al contexto económico actual.
En marzo de 2015, CaixaBank presentó su estrategia para los próximos cuatro años, un plan que preveía cuadruplicar la rentabilidad de la entidad en este período, situándola entre el 12 y el 14 %.
En el ecuador de la ejecución de este plan, el banco ha decidido revisarlo para adaptarlo a las actuales condiciones del mercado, situando el objetivo de rentabilidad entre el 9 y el 11 %.
Jordi Gual ha detallado, a este respecto, que las cinco líneas estratégicas del plan "continúan siendo válidas", si bien resulta necesario adaptar "algunas prioridades" al contexto previsto, que "seguirá siendo complejo y dificultará el objetivo, en especial el de mejorar la rentabilidad".
Así, tras la revisión del plan, las prioridades serán alcanzar una mayor diversificación de ingresos, incidir en la contención de costes, reducir los improductivos, apostar por la digitalización para mejorar la calidad del servicio y crear valor en el banco portugués BPI (LS:BBPI), sobre el que CaixaBank ha lanzado una opa para hacerse con su control.
El grupo espera culminar con éxito la próxima semana esta opa, aunque no ha querido especular sobre qué porcentaje del accionariado del banco portugués puede acabar controlando, dado que el proceso está aún está en marcha.
Gual ha resaltado que BPI es un banco "solvente y de elevada calidad crediticia", mientras que Gortázar ha destacado el papel de su equipo directivo en un entorno económico "dificilísimo" en Portugal y ha mostrado su confianza en él.
El presidente de CaixaBank, por otro lado, ha considerado hoy positiva la intención del Gobierno de reformar la Ley Hipotecaria si sirve para dotar al mercado de mayor seguridad.
"Cualquier modificación legislativa que aporte mayor claridad y seguridad jurídica será bienvenida", ha dicho Gual, que ha aclarado que la actual legislación "ha sido buena y ha funcionado muy bien" y ha vinculado los problemas registrados en los últimos años, como las cláusulas suelo abusivas, a la burbuja inmobiliaria y financiera.
Respecto a la irrupción de nuevos actores digitales en el sector financiero, como Facebook (NASDAQ:FB), Gual ha señalado que ve esta nueva situación "como un estímulo", aunque ha pedido que operen en un entorno "parecido" a la regulación a la que está sometida la banca tradicional.
"Es fundamental que se preserve la seguridad en las transacciones bancarias y la protección del consumidor, y creo que las autoridades están trabajando en esta línea", ha remarcado.
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