Valencia, 22 mar (EFE).- CaixaBank (BME:CABK) repartirá a sus accionistas, entre dividendos y recompras de títulos, 12.000 millones entre 2022 y 2024, lo que supone 3.000 millones más de lo previsto en su plan estratégico, gracias a que la rentabilidad es mayor de lo esperada, según han anunciado en la junta de accionistas.
Tras un año de resultados récord, en CaixaBank confían en seguir mejorando porque, en palabras de su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, la entidad ahora es "más sólida, más rentable", y cuenta con una mayor capacidad para financiar a empresas y familias.
El banquero ha trasladado a sus accionistas que el banco tiene una estrategia "bien definida", la confianza de sus clientes y, sobre todo, "el mejor equipo", aunque en el turno de intervenciones varios representantes de los sindicatos se han quejado de la presión comercial y el estrés laboral.
La junta de accionistas ha servido para aprobar el abono de un dividendo de 0,3919 euros por acción con cargo a 2023, un 70 % más que un año antes. Esta remuneración, que se hará efectiva el próximo 3 de abril, supone repartir el 60 % de los beneficios.
Así, la cuantía total destinada a dividendos con cargo a 2023 asciende a 2.890 millones, de los que parte revierten de una forma directa a la sociedad, bien a través de la obra social de la Fundación "la Caixa" o directamente al Estado, a través del FROB.
Además, la entidad insiste en que cuenta con más de 590.000 accionistas, "en su inmensa mayoría minoristas".
Pero más allá del banco, en su discurso, Goirigolzarri, se ha referido a la economía española, que podría crecer un 1,9 % este año, por encima de la media de la zona del euro, si bien el banquero ha advertido de que la productividad sigue siendo el principal punto débil.
Por ello ha pedido acometer reformas de calado, aunque admite que son difíciles porque requieren amplios consensos políticos; y ha reclamado al Gobierno un plan de consolidación fiscal "creíble".
Por su parte, el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, ha destacado que la fortaleza financiera del banco y su posición competitiva, con una red que dobla la del siguiente competidor, les permite seguir creando valor y mantener la vocación de apoyo a la economía y a la sociedad.
El principal ejecutivo del banco ha desvelado que desde el inicio de la subida de los tipos, el banco ha gestionado 30.000 operaciones en España entre refinanciaciones y otros acuerdos de pago, novaciones de hipotecas y adhesiones al Código de buenas prácticas hipotecario, lo que ha beneficiado a 42.000 clientes.
Sobre la evolución de los tipos de interés, Gortázar ha señalado que los mercados financieros anticipan una bajada gradual de los tipos de interés, lo que beneficiará a quienes tienen contratada una hipoteca a tipo variable. Calcula que unos 750.000 clientes de CaixaBank podrían verse beneficiados este mismo año.
Además de la distribución del dividendo, los accionistas han dado el visto bueno a las cuentas anuales, a la reelección de María Verónica Fisas como consejera independiente y a la reducción del capital social para amortizar la totalidad de las acciones propias adquiridas en el marco del programa de recompra de acciones.
Los accionistas han aprobado también otros acuerdos, como la modificación de la política de remuneración de los consejeros, a pesar de las críticas de distintos sindicatos que han tomado la palabra durante la junta, y han dado luz verde a la reelección del auditor de cuentas del banco.