Barcelona, 30 jun (.).- CaixaBank (MC:CABK) y los sindicatos siguen negociando el expediente de regulación de empleo (ERE) que ha presentado el banco tras su fusión con Bankia (MC:BKIA), pese a que ambas partes han acercado posiciones y están de acuerdo en que el número de salidas sea de 6.452, 1.839 menos que las previstas inicialmente, y que sean todas voluntarias.
Tras otra intensa jornada de negociaciones, la dirección y los sindicatos de la entidad financiera siguen este miércoles sin cerrar un acuerdo, aunque el periodo legal de consultas finalizó este martes, ya que todavía quedan flecos por cerrar.
La pasada madrugada la dirección de CaixaBank presentó a los sindicatos una propuesta que rebajaba las extinciones de contrato a 6.452 y retiraba los ceses forzosos, una condición exigida por los trabajadores.
La reducción se debe en buena parte a la posibilidad de recolocar empleados en empresas filiales del Grupo CaixaBank, cifra que se eleva a unas 708 personas.
Los sindicatos se han mantenido firmes en rechazar la posibilidad apuntada por la empresa de trasladar a algunos empleados a una distancia superior a 100 kilómetros de su actual puesto de trabajo, el principal escollo de la negociación de hoy.
Sin embargo, y según han anunciado los representantes sindicales por Twitter, la empresa ha modificado, entre otras cosas, esta movilidad geográfica a un máximo de 75 kilómetros "y con carácter muy residual".
También se ha introducido una modificación "en los riesgos del plan de pensiones de los empleados de origen CaixaBank, lo que incrementaría un 1,75 % la aportación que actualmente tienen".
Pese a ello, los sindicatos están a la espera de ver cómo se materializan todos estos cambios y de hacer una valoración definitiva del ajuste de plantilla, del que todavía quedan algunos flecos pendientes.
Esta mañana el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha expresado su confianza en que finalmente haya un acuerdo sobre el ajuste laboral en CaixaBank.
"Tendría poco sentido que no se llegara a un acuerdo, por la naturaleza de la entidad financiera, que pertenece mayoritariamente a una fundación que tiene un objetivo social y que una parte importante pertenece al propio Estado español", ha respondido a preguntas de los periodistas en Toledo.
"Por lo tanto, no tendría ningún sentido que no hicieran el esfuerzo necesario para avanzar, nosotros lo hemos hecho y vamos a continuar haciéndolo en este proceso de negociación", ha añadido.
Aunque no haya un acuerdo cerrado, ha considerado positivo que CaixaBank "haya aceptado que las bajas sean voluntarias".
El pasado 20 de abril CaixaBank anunciaba a los sindicatos el mayor ERE de la historia de la banca española, con 8.291 extinciones de contratos. Tras semanas de intensas negociaciones, esta cifra se ha reducido a 6.452 y la entidad ha mejorado las condiciones de salida de los trabajadores.