Oviedo, 9 nov (.).- Caja Rural de Asturias obtuvo entre enero y septiembre un beneficio neto de 17,9 millones de euros, lo que supone una reducción del 35,5 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, tras destinar 15,7 millones a provisiones por el impacto de la pandemia de la COVID-19, ha informado este lunes la entidad.
Los depósitos gestionados por la caja crecieron un 13,9 por ciento interanual, hasta 4.208 millones de euros, mientras que el volumen de créditos aumentó un 7,4 por ciento, hasta 2.562 millones.
Además, la tasa de morosidad mejoró en el último año cuatro centésimas, al pasar del 2,7 al 2,66 por ciento.
Caja Rural de Asturias sumó en los nueve primeros meses del año 13.525 nuevos clientes, de los que 10.714 son particulares; 1.565, empresas y 1.246, autónomos, un periodo en el que formalizó 12.082 operaciones de préstamo y crédito por un importe superior a los 355 millones de euros.
La entidad, que ya ha suscrito 2.882 operaciones de financiación ICO, ha destacado que desde el inicio de la crisis sanitaria ha concedido 729 moratorias hipotecarias.
El objetivo de Caja Rural de Asturias es mantener "la estrategia de prudencia seguida durante todo este periodo incrementando la cobertura total de manera muy notable para anticiparse a un mayor deterioro del escenario macroeconómico".