Bangkok, 7 ene (EFE).- La Asociación Camboyana de Fabricantes del Textil ha elevado a 200 millones de dólares (272 millones de euros) las pérdidas debidas a la huelga que finalizó ayer, después de más de dos semanas de protestas, informaron hoy los medios locales.
El presidente de la patronal, Van Sou Ieng, calificó de "proporcional" la respuesta de la Policía, que mató el pasado viernes a cinco manifestantes e hirió a otros veinte a los que disparó para dispersar las protestas en el cinturón industrial de Phnom Penh.
La huelga comenzó el pasado 24 de diciembre cuando los sindicatos movilizaron a decenas de miles de trabajadores para exigir un aumento del salario mínimo desde 80 a 160 dólares mensuales, a lo que el Gobierno respondió con una propuesta de hasta 100 dólares mensuales.
Los huelguistas, apoyados por la oposición, provocaron el cierre de cerca de un 80 por ciento de las fábricas textiles y se manifestaron en las calles de la capital hasta que los enfrentamientos violentos pusieron fin a las movilizaciones el pasado viernes.
Sou Ieng manifestó que al menos siete empresas que pensaban abrir fábricas en Camboya han cancelado sus viajes tras la huelga y que otras marcas en el país, como H&M, han advertido de que recortarán sus pedidos si aumentan los precios.
Según el presidente patronal, se espera que el 80 por ciento de los trabajadores vuelvan a sus puestos de trabajo a lo largo de la semana.
La industria textil y de calzado emplea a unas 500.000 personas y representa alrededor del 95 por ciento de las exportaciones de Camboya, con un volumen de negocio que en los primeros once meses de 2013 se situó en cerca de 5.070 millones de dólares, un 22 por ciento más que en el mismo periodo de 2012.
Según la compañía de recursos humanos HR Inc, un trabajador del textil camboyano gana de media unos 178 dólares, con las horas extras, de los que envía a casa unos 56 dólares.
"La realidad muestra que hay dinero extra e ingresos disponibles", afirmó Sandra D'Amico, directora general de HR Inc.
Las autoridades insisten en que aumentar el salario mínimo hasta los 160 dólares, el doble que el actual, dispararía la inflación en todos los sectores y causaría un efecto disuasorio a nuevas inversiones en Camboya.
Sin embargo, Chea Mony, presidente del Sindicato Libre de Trabajadores del Reino de Camboya, indicó que los bajos salarios provocarán una mayor migración de trabajadores camboyanos a otros países y aseguró que las empresas tienen margen para aumentar la paga de los trabajadores.
"Dejemos que aumenten primero los 160 dólares y luego veremos cuántas fábricas cierran. Llevamos hablando sobre esto diez años", señaló irónicamente el sindicalista. EFE
El presidente de la patronal, Van Sou Ieng, calificó de "proporcional" la respuesta de la Policía, que mató el pasado viernes a cinco manifestantes e hirió a otros veinte a los que disparó para dispersar las protestas en el cinturón industrial de Phnom Penh.
La huelga comenzó el pasado 24 de diciembre cuando los sindicatos movilizaron a decenas de miles de trabajadores para exigir un aumento del salario mínimo desde 80 a 160 dólares mensuales, a lo que el Gobierno respondió con una propuesta de hasta 100 dólares mensuales.
Los huelguistas, apoyados por la oposición, provocaron el cierre de cerca de un 80 por ciento de las fábricas textiles y se manifestaron en las calles de la capital hasta que los enfrentamientos violentos pusieron fin a las movilizaciones el pasado viernes.
Sou Ieng manifestó que al menos siete empresas que pensaban abrir fábricas en Camboya han cancelado sus viajes tras la huelga y que otras marcas en el país, como H&M, han advertido de que recortarán sus pedidos si aumentan los precios.
Según el presidente patronal, se espera que el 80 por ciento de los trabajadores vuelvan a sus puestos de trabajo a lo largo de la semana.
La industria textil y de calzado emplea a unas 500.000 personas y representa alrededor del 95 por ciento de las exportaciones de Camboya, con un volumen de negocio que en los primeros once meses de 2013 se situó en cerca de 5.070 millones de dólares, un 22 por ciento más que en el mismo periodo de 2012.
Según la compañía de recursos humanos HR Inc, un trabajador del textil camboyano gana de media unos 178 dólares, con las horas extras, de los que envía a casa unos 56 dólares.
"La realidad muestra que hay dinero extra e ingresos disponibles", afirmó Sandra D'Amico, directora general de HR Inc.
Las autoridades insisten en que aumentar el salario mínimo hasta los 160 dólares, el doble que el actual, dispararía la inflación en todos los sectores y causaría un efecto disuasorio a nuevas inversiones en Camboya.
Sin embargo, Chea Mony, presidente del Sindicato Libre de Trabajadores del Reino de Camboya, indicó que los bajos salarios provocarán una mayor migración de trabajadores camboyanos a otros países y aseguró que las empresas tienen margen para aumentar la paga de los trabajadores.
"Dejemos que aumenten primero los 160 dólares y luego veremos cuántas fábricas cierran. Llevamos hablando sobre esto diez años", señaló irónicamente el sindicalista. EFE