Ginebra, 30 ene (EFE).- Amina Mohamed, candidata keniana a dirigir la Organización Mundial del Comercio (OMC), considera que si bien se debe escoger a la persona más idónea para el cargo, elegir a una mujer sería algo muy positivo.
"Mi candidatura no está basada en ninguna consideración de género. Dicho esto, sería una señal maravillosa que una mujer, y especialmente una mujer africana, asumiera la jefatura de la OMC, sería una señal muy poderosa para todas las mujeres y para África", afirmó Mohamed.
La aspirante se expresó así en rueda de prensa tras presentar su candidatura al Consejo General de la OMC, reunido esta semana para escuchar a las nueve personas que se presentan al cargo que ha asumido en los últimos ocho años el francés Pascal Lamy.
Al puesto se presentan nueve candidatos, tres de ellos mujeres, además de Mohamed, Anabel Fernández de Costa Rica, y Mari Elka Pangestu de Indonesia, el resto son hombres que provienen de Brasil, Corea del Sur, Ghana, Jordania, México y Nueva Zelanda.
"Tenemos que recordar que seis de las diez economías que más rápido crecen en el mundo son africanas. La elección de un africana sería un reconocimiento a que el continente está haciendo las cosas bien", explicó.
"Y como me dijo la esposa del presidente (sudafricano) Zuma, más de la mitad de la población mundial son mujeres, y la otra mitad fueron paridos por una mujer".
Dicho lo cual, Mohamed expresó su esperanza que el proceso de elección se hará basado en criterios de "competencia, de experiencia y de resultados obtenidos por los candidatos".
Consultada sobre el hecho de que haya otro candidato africano a ocupar el puesto de director general de la OMC, un ghaneano, y que éste cuente con el apoyo de la Unión Africana y ella no, Mohamed dio una respuesta técnica afirmando que éste organismo regional sólo puede apoyar "elecciones" no "selecciones" como es el caso.
El elegido o elegida surgirá de un proceso de selección "por descarte", dado que se irá detectando el candidato con menos apoyo de los 158 miembros que componen la institución, y se le pedirá amablemente que desista de su candidatura, un proceso que durarán hasta que quede sólo uno.
Mohamed fue presidenta del Consejo General de la OMC y dirigió otros dos grupos negociadores, por lo que conoce muy bien la institución, algo que destacó.
"Hace siete años que me fui, he ocupado varios cargos, y actualmente soy alta funcionaria de Naciones Unidas, pero siempre me interesó el comercio internacional y creo que haberme distanciado de la OMC durante un tiempo me ha dado una visión 'desde fuera' de lo que puede y no puede funcionar para desatascarla.
Precisamente, Mohamed afirmó que la próxima reunión ministerial, en diciembre en Bali, será crucial, y que es esencial que se llegue a algún acuerdo, pero especificó que, en caso de ser elegida, se centrará en "el post Bali".
"El nuevo director general deberá concentrarse en que hacer después de Bali y en como ponemos en marcha Doha. Yo creo que puedo contribuir a este proceso", concluyó.
La Ronda de Doha, el proceso de liberalización comercial que comenzó en la ciudad homónima en 2001, está paralizado desde hace casi un lustro, lo que ha erosionado gravemente la credibilidad de la institución que rige el comercio mundial. EFE