Lima, 23 mar (.).- El peruano Luis Carranza, quien este martes presentó su dimisión al cargo de presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF (MC:CAF)), es un académico y economista que llegó a ser considerado "el mejor ministro de Economía" de Latinoamérica en 2007.
Ante de ocupar el máximo cargo en CAF, este economista nacido en Lima en diciembre de 1966, fue en dos ocasiones ministro de Economía y Finanzas del segundo gobierno de Alan García (2006-2011).
Con García, ocupó el cargo entre julio de 2006 y julio de 2008, período en el que Perú alcanzó un crecimiento económico cercano al 9 %, lo que le valió ser considerado por la revista América Economía como "el mejor ministro de Economía" de Latinoamérica de 2007.
En su papel como ministro, Carranza impulsó una economía ortodoxa, centrada en los mercados y con firmes límites al gasto público, así como la colaboración entre el Estado y la empresa privada en temas como la infraestructura o los servicios públicos.
SEGUNDA ETAPA
Pocos meses después de su primera salida, en enero de 2009, volvió a dirigir el despacho de Economía, cargo en el que se mantuvo hasta diciembre de ese año y en el que no pudo repetir las altas tasas de crecimiento de su primera gestión, sobre todo por el impacto de la crisis internacional de 2008.
En años anteriores, había sido viceministro de Hacienda del gobierno de Alejandro Toledo (2001-2005), cuando el ministerio era dirigido por el también economista Pedro Pablo Kuczynski, quien luego sería presidente de Perú en el período 2016-2018.
Esos períodos de prosperidad en Perú estuvieron marcados también por la corrupción, que terminó llevándose por delante a sus dos jefes directos.
García se suicidó en 2019 antes de ser detenido por haber recibido sobornos por licenciar obras públicas, mientras que Kuczynski está en arresto domiciliario y en espera de juicio por haber ofrecido consultorías a Odebrecht cuando ejercía como ministro.
Licenciado en Economía por la Pontificia Universidad Católica del Perú, y con posgrado en Economía de la Universidad de Minnesota, Carranza trabajó también en el Fondo Monetario Internacional (FMI), fue jefe para América Latina y Mercados Emergentes del BBVA (MC:BBVA) en España y director del Centro de Competitividad para el Desarrollo de la Universidad San Martín de Porres.
"INSTITUCIÓN FORTALECIDA"
El economista peruano fue elegido presidente ejecutivo de CAF el 13 de diciembre de 2016 y ahora terminará su mandato un año antes de lo previsto, aunque "dejando una institución fortalecida", según destacó el organismo.
Para CAF, su presidencia ha representado "un punto de inflexión en sí mismo", ya que su principal objetivo fue preservar la institucionalidad del organismo, así como aumentar su eficiencia y responder a los retos que enfrentan los países de la región.
CAF destacó entre los logros a la incorporación de México y Costa Rica como miembros plenos de la institución o un crecimiento del 28 % en la cartera consolidada, así como la apuesta por la transformación digital y una gestión operativa más eficiente con metas estratégicas con indicadores medibles.
La institución no indicó en su nota que bajo su dirección se han producido varias denuncias de abuso de poder y acoso laboral, despidos masivos y otras polémicas.
Por el contrario, el propio Carranza en su carta de renuncia apunta que el directorio de la CAF intentó imponerle colaboradores por "presiones políticas".
REDUCIR BRECHAS
Más allá de las polémicas, otro de los puntos en los que Carranza puso énfasis durante su gestión, fue en la importancia de reducir la brecha de infraestructura que presenta Latinoamérica respecto a los países más ricos, un aspecto que consideró "esencial" para el desarrollo de la región, ya que ayudaría a mejorar la productividad.
Propuso, por ese motivo, "un pacto por la productividad" que debía comprometer a los Gobiernos, tanto para el desarrollo de infraestructuras, como en la regulación y en las facilidades aduaneras, además del fomento de las alianzas público-privadas.
Además, durante el último año y en medio del embate de la pandemia, el organismo financiero asegura que "actuó de manera rápida y efectiva" con un récord de aprobaciones de más de 14.000 millones de dólares que estuvieron "dirigidos fundamentalmente a apoyar a los países en su esfuerzo por atender esta difícil situación".