Madrid, 25 mar (.).- Las 23.000 oficinas de bancos y cajas españoles pueden ser una herramienta útil para colaborar en la ejecución de los proyectos a financiar con los fondos europeos del programa Next (LON:NXT) Generation para impulsar la economía de la Unión Europea tras la covid-19, según el director general de la Confederación Española de Cajas (CECA), José María Méndez.
En el Observatorio de las Finanzas, organizado por El Españ, Méndez ha dicho que la capilaridad del sistema financiero, junto con el conocimiento experto, la cercanía a los beneficiarios y la red digital de que disponen las entidades convierten al sector en una herramienta útil para trabajar en los proyectos.
Además, y dado que el Next Generation es un proyecto a seis años, los bancos y cajas pueden adelantar la liquidez necesaria para desarrollar los proyectos y complementar las ayudas que vienen de Europa, con el consiguiente efecto multiplicador.
Ha explicado que aunque ahora el sector financiero está en mejor posición que en la crisis de 2008, hay factores que pueden hacer más complicada la gestión del escenario poscovid: la caída del producto interior bruto (PIB) en más de un 10 %, los tipos de interés negativos y la competencia de las grandes tecnológicas (big tech) y las nuevas empresas financieras de base tecnológica (fintech) además de la de los muy activos fondos de capital riesgo.
Para hacer frente a ello, el sistema debe trabajar sobre palancas como las integraciones -ha puesto como ejemplo la de CaixaBank (MC:CABK) y Bankia (MC:BKIA) y la de Liberbank (MC:LBK) y Unicaja- aunque es preciso también establecer las condiciones para que sean posibles las fusiones transfronterizas.
La segunda de las palancas tiene que ver con el modelo de negocio, que debe basarse más en comisiones que en márgenes, y para ello es preciso también un "esfuerzo cultural" de la clientela, que debe asumir que el negocio bancario genera costes que se deben trasladar.
Ha citado la transformación digital como una de las herramientas para impulsar la actividad de las entidades, que deben buscar igualmente alianzas con proveedores especialistas para optimizar la estructura de costes, un fenómeno que se observa más en la Europa continental que en España y del que, ha dicho, CecaBank es un ejemplo.
Por último, ha defendido la necesidad de cerrar la Unión Bancaria con el fondo de garantía de depósitos único y mutualizado porque sólo con este instrumento será posible romper la relación entre riesgo bancario y soberano.