Barcelona, 30 jul (.).- Cementos Molins ganó 32 millones de euros hasta junio, un 35 % menos que en el mismo período de 2019, fundamentalmente por el impacto de la crisis de la COVID-19 en su negocio y por la depreciación de las monedas latinoamericanas.
En una comunicación a la CNMV, el supervisor bursátil español, la cementera catalana ha asegurado que la pandemia tuvo un "efecto limitado" en el primer trimestre del año, pero que impactó de pleno en su negocio en abril, y que a partir de mayo y junio se inició una recuperación paulatina.
A pesar de asumir que la recuperación continuará durante el segundo semestre y sobre todo durante 2021, Cementos Molins avanza que su Ebitda o beneficio ordinario será "inferior al año anterior por el impacto significativo de la crisis", aunque anticipa que lo podrá compensar "parcialmente" con la reducción "significativa" de costes operativos y generales que ha llevado a cabo y con "el arranque de operaciones en las nuevas plantas de Colombia y Argentina".
En particular, Cementos Molins ha reducido ampliamente sus inversiones recurrentes, limitándose a las esenciales, y también ha velado por el mantenimiento de su fortaleza financiera.
En términos de ventas, Cementos Molins ingresó 341 millones hasta junio, un 16 % menos, debido a la caída en todos los mercados, también en Sudamérica, por el efecto de la depreciación de las monedas en varios países, entre ellos Argentina, que sufre hiperinflación.
El Ebitda o beneficio operativo alcanzó los 83 millones en el primer semestre, un 16 % menos que en el mismo período de 2019, impactado por los tipos de cambio.
En un comunicado, el consejero delegado de Cementos Molins, Julio Rodríguez, ha destacado que la "resiliencia del modelo del negocio frente la crisis y el alto grado de compromiso demostrado por los empleados en circunstancias adversas han sido clave durante el primer semestre de 2020".