Shanghái (China), 10 may (.).- China nombró hoy al antiguo banquero y actual vicegobernador de la provincia central de Sichuan, Li Yunze, como jefe del Partido Comunista del nuevo organismo de regulación financiera del país, la Administración Nacional de Regulación Financiera (NFRA).
Las autoridades confirmaron el nombramiento en un breve comunicado publicado en la página web de la Comisión Reguladora de Bancos y Aseguradoras (CBIRC), el organismo sobre el que precisamente se constituirá el nuevo regulador, anunciado en marzo y que tendrá por objetivo vigilar toda la industria financiera exceptuando los mercados de valores.
Li, de 52 años, trabajó durante más de dos décadas en el sistema bancario estatal de China, llegando a vicepresidente del mayor banco estatal por volumen de activos, el ICBC (HK:1398), en 2016, un puesto en el que permaneció dos años hasta que fue nombrado vicegobernador de Sichuan.
Por el momento se desconoce quién será el director de la nueva agencia, aunque el diario hongkonés South China Morning Post recuerda que el jefe del Partido en la CBIRC, Guo Shuqing, también presidía el regulador bancario, el cual será absorbido por la NFRA.
La creación de esta institución tiene lugar en un contexto en el que Pekín está poniendo énfasis en la estabilidad financiera y en la prevención y gestión de riesgos en un sector valorado en unos 400 billones de yuanes (57,8 billones de dólares, 52,7 billones de euros).
Se espera que la NFRA también asuma el órgano supervisor del banco central para conglomerados financieros y las funciones de protección de los inversores del regulador del mercado de valores La reestructuración de los organismos gubernamentales dedicados al sector financiero fue aprobada durante la cumbre anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo) a principios de marzo, y su culminación está prevista para antes de que termine el presente año.
Aparte de las preocupaciones por el pasivo de los gobiernos locales y regionales y la deuda oculta de estos, así como por los riesgos para la recuperación económica nacional derivados de la crisis bancaria en Estados Unidos, Pekín ha endurecido en los últimos meses su campaña anticorrupción en el sector, con múltiples investigaciones y detenciones de alto nivel.