Por Michael Martina y David Lawder
PEKÍN/WASHINGTON (Reuters) - China contestó con rapidez el miércoles a los planes del gobierno de Donald Trump para imponer aranceles a productos chinos por valor de 50.000 millones de dólares, aprobando una lista de gravámenes similares a importaciones estadounidenses claves como soja, aviones, coches, carne y productos químicos.
La rapidez con la que está escalando el pulso entre Washington y Pekín -China tardó menos de 11 horas en responder con las mismas medidas- provocó una abrupta liquidación de los mercados bursátiles y de materias primas globales.
Trump negó que estas represalias equivalgan a una guerra comercial entre las dos mayores superpotencias económicas mundiales. "No estamos en una guerra comercial con China, esa guerra fue perdida hace muchos años por las personas tontas, o incompetentes, que representaban a Estados Unidos", tuiteó el mandatario temprano el miércoles.
No obstante, los inversores se preguntan hasta dónde podría escalar una de las peores disputas comerciales en años.
"Se daba por hecho que China no respondería de manera muy agresiva y evitaría una escalada de las tensiones. La respuesta de China es una sorpresa para algunas personas", dijo Julian Evans-Pritchard, analista de Capital Economics, destacando que ninguna de las partes ha pedido aún la entrada en vigor de los aranceles.
Entre los productos de fabricación estadounidense que podrían ser gravados con tarifas por China destacan los vehículos eléctricos de Tesla (NASDAQ:TSLA), los modelos Lincoln de Ford (NYSE:F), los aviones Gulfstream de General Dynamics (NYSE:GD) y el whisky Jack Daniel's de Brown-Forman Corp, según la lista de Pekín.
A diferencia del listado de Washington, que fue completado con muchos productos industriales menos conocidos, el de China incluye exportaciones referenciales estadounidenses, como la soja, la carne de vacuno congelada, el algodón y otras materias primas agrícolas procedentes de estados como Iowa o Texas, que votaron por Trump en las elecciones presidenciales de 2016.
Aunque Washington apuntó contra productos que se benefician de la política industrial china, incluida su iniciativa "Hecho en China 2025" para reemplazar las importaciones tecnológicas avanzadas con productos locales en industrias estratégicas como la Tecnología de la Información y la robótica, Pekín parece buscar un daño político.
Por ejemplo, el tabaco y el whisky aparecen en la lista de Pekín y son producidos en Kentucky, pequeña patria del líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell.
"Es más un juego de riesgos calculados, dejando claro cuál sería el costo, con la esperanza de que ambas partes puedan llegar a un acuerdo y no llegue a aplicarse ninguno de estos aranceles", comentó Evans-Pritchard.
IMPACTO EN LOS MERCADOS
La lista de Pekín de aranceles del 25 por ciento a productos estadounidenses cubre 106 bienes con un valor comercial que iguala los 50.000 millones de dólares de la lista de Washington, dijeron los ministerios de Comercio y Finanzas chinos.
La fecha efectiva de su entrada en vigor depende de cuándo empiecen a aplicarse las medidas estadounidenses.
"Esto cambia realmente el juego y aleja la disputa comercial del simbolismo, con medidas que dañarían realmente las exportaciones agrícolas de Estados Unidos", comentó Carsten Fritsch, analista del Commerzbank (DE:CBKG).
El listado chino incluye al sector de la aviación, afectando probablemente a modelos antiguos como el 737 de fuselaje estrecho de Boeing (NYSE:BA) Co, pero no otros más nuevos como el 737 MAX o sus aparatos más grandes.
El anuncio de Pekín provocó fuertes ventas en los mercados financieros globales, con un desplome del 1,5 por ciento en los futuros de los mercados bursátiles en Estados Unidos y de casi el 5 por ciento en los de la soja en el mismo país, en camino a su mayor caída desde julio de 2016.
Horas antes, el Gobierno estadounidense desveló un detallado registro de unos 1.300 productos industriales, de transporte y medicina sobre los que podrían aplicarse aranceles del 25 por ciento.