París, 9 sep (EFE).- La OCDE advierte de que la ralentización en
los países ricos va a ser "un poco más pronunciada de lo esperado"
inicialmente, pero cree que será "temporal" y considera "poco
probable (...) una nueva recesión".
Este es el resumen del diagnóstico del informe interino de
perspectivas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE) ofrecido por su economista jefe, Pier Carlo Padoan,
que lo justificó por "una serie de incertidumbres".
Según las previsiones del informe, el crecimiento de los países
del G7 estará en ritmo anual en torno al 1,6%, frente al 1,7%
augurado en mayo, y eso tras haber progresado al 3,2% en el primer
trimestre y al 2,5% en el segundo.
"La recuperación va a un ritmo más lento de lo anticipado" en
particular por la debilidad del consumo privado, afectado por la
evolución negativa del mercado inmobiliario -en particular en los
países donde se había formado una burbuja- y del desempleo, explicó
Padoan.
Sin embargo, varios elementos alentadores permiten esperar que el
fenómeno no sea duradero, sobre todo el aumento de los beneficios de
las empresas, el hecho de que la inversión de las empresas ha tocado
fondo teniendo en cuenta sus carteras de pedidos y que el volumen de
existencias es bajo, así como la estabilización de las condiciones
financieras, aunque persista la volatilidad.
La ralentización será general para todo el G7, pero más acusada
para los tres Estados que también forman parte de la zona euro
(Alemania, Francia y en particular Italia) y para Japón.
El PIB de esos tres integrantes de la zona euro únicamente
aumentará a un ritmo anual del 0,4% en el tercer trimestre y al 0,6%
en el cuarto, después de haberlo hecho al 1,5% y al 5,1%
respectivamente en el primero y segundo.
En Japón, las cifras serán ligeramente mejores, con alzas del
0,6% entre julio y septiembre y del 0,7% entre octubre y diciembre,
frente al 4,4% entre enero y marzo y el 0,4% entre abril y junio.
La evolución será más positiva en Estados Unidos, con incrementos
del 2% y del 1,2% en el tercer y cuarto trimestres, después del 3,7%
y el 1,6% en el primero y el segundo.
Para el Reino Unido, el ritmo anual de ascenso del PIB después de
haberse situado en el 1,3% y en el 4,9% en los dos primeros
trimestres del año, pasará a ser del 2,7% y 1,5% en los dos
siguientes.
Canadá, por último, que registró una subida del 5,8% entre enero
y marzo y del 2% entre abril y junio, pasará al 2,2% entre julio y
septiembre y al 2,3% entre octubre y diciembre.
Padoan señaló que, dado el carácter previsiblemente temporal de
esta ralentización habría que aplazar "unos meses" el
desmantelamiento de las medidas monetarias de apoyo a la actividad,
pero mantener el saneamiento de las cuentas públicas según lo
previsto para hacer frente a "situaciones presupuestarias
insostenibles".
No obstante, si la desaceleración económica se prolonga, la OCDE
aconsejaría retrasar una parte del ajuste fiscal, además de aplicar
nuevos apoyos monetarios y el compromiso de mantener los tipos de
interés "a un nivel próximo a cero durante un largo periodo".
El economista jefe puntualizó que esto último no se puede aplicar
al caso de países que, como España, deberían volver a tener este año
una evolución negativa de su economía, y donde "la consolidación
fiscal debe continuar" porque "es una cuestión de credibilidad
frente a los mercados".
En el estudio interino de hoy sólo hay previsiones para los
países del G7, pero en el informe semestral de perspectivas
publicado en mayo, la OCDE calculaba que la zona euro crecería este
año un 1,2%, aunque tres de sus miembros seguirían en cifras
negativas: Grecia (-3,7%), Irlanda (-0,7%) y España (-0,2%). EFE