Madrid, 5 oct (.).- El presidente del Círculo de Empresarios, Manuel Pérez-Sala, ha cifrado este martes en una horquilla de entre 60.000 y 130.000 empleos el impacto de la subida del salario mínimo en 2021 y la prevista para 2022.
"La subida del salario mínimo perjudica los intereses de los ciudadanos", ha aseverado Pérez-Sala en un encuentro con medios para presentar la Encuesta Empresarial del Círculo, realizada antes del verano.
Ha asegurado que las anteriores subidas del salario mínimo han destruido o impedido crear unos 170.000 empleos, una cifra a la que se van a sumar entre 60.000 y 130.000 con las de 2021 y 2022, por lo que ha defendido que esa medida "no es adecuada" en este momento.
También ha cargado contra la subida del salario de los empleados públicos, que en su opinión debería estar "ligada a la productividad y no a la evolución de los precios".
DETERIORO DE LA MARCA ESPAÑA
En la encuesta, el 87 % de los entrevistados considera que la falta de calidad institucional es el factor que más frena la competitividad española, seguido de la carga regulatoria (83 %), la seguridad jurídica (67 %), la independencia judicial (66,7 %) y la marca España (65 %).
"El deterioro (de la marca España) está relacionado con decisiones que ha tomado el propio Gobierno", ha subrayado el presidente, porque cuando "mediante un decreto confisca el beneficio eléctrico está mandando un mensaje gravísimo al entorno inversor internacional"
El 80 % de los encuestados rechaza una mayor carga del impuesto de sociedades y un porcentaje similar el control del precio del alquiler (79,5 %) y la subida del salario mínimo (71,6 %) y algo más del 50 %, la equiparación de los permisos de paternidad y maternidad.
Casi un 90 % de los empresarios asegura que la pandemia de la covid ha tenido un impacto muy elevado en la economía, aunque un 41,1 % cree que se recuperará el PIB previo a la crisis en la segunda mitad de 2022 y el 34,2 %, en la primera mitad de 2023.
Asimismo, casi un 80 % de los empresarios cree que el Gobierno ha gestionado mal la pandemia, unas críticas que se centran en medidas como el ingreso mínimo vital o las subvenciones directas, mientras que valoran los ERTE y las líneas ICO.