Bruselas, 19 jun (EFE).- La Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo ha aprobado hoy una descafeinada propuesta legislativa para limitar el poder de las agencias de calificación de riesgo al eliminar la obligatoriedad de rotación.
Los eurodiputados tampoco han introducido una suspensión temporal a la publicación de notas sobre la deuda soberana de países en crisis, una idea que también pospuso el comisario europeo del Mercado Interior, Michel Barnier, cuando presentó en noviembre pasado su propuesta para aumentar la transparencia en un mercado dominado por las "tres grandes" Fitch, Moody's y Standard & Poor's.
Frente a la propuesta de la Comisión Europea, que introducía la rotación obligatoria, la comisión parlamentaria ha eliminado esta opción y en su lugar ha optado por introducir una rotación cada cinco años pero solamente para las calificaciones de productos estructurados o titulizados, indicaron a Efe fuentes parlamentarias.
La Comisión Europea quiere que ninguna agencia califique al mismo cliente durante más de tres años, aunque hay excepciones, como cuando un emisor contrate a más de una agencia.
En ese caso sólo una de las agencias tendrá que respetar el límite de tres años, aunque ninguna puede exceder los seis años.
En la reunión informal de ministros de Economía y Finanzas (Ecofin) que se celebró a finales de marzo en Copenhague, la Presidencia danesa de turno constató la preocupación de los Estados miembros por la rotación obligatoria, porque consideran que hay muy pocas agencias que tengan la capacidad de hacer el tipo de calificación requerido actualmente.
Los eurodiputados han introducido enmiendas que exigen a cada agencia de calificación publicar un calendario anual con las fechas de la publicación de las notas de deudas soberanas, con el fin de que el país tenga tiempo para prepararse.
Este calendario tendría que ajustarse a la norma general de que las notas sobre las deudas soberanas solamente se publiquen después del cierre de todas las plataformas establecidas en la UE y al menos una hora antes de la reapertura.
Los diputados también han decidido desarrollar unas capacidades de calificación internas a nivel de la UE y encargar la labor de crear una evaluación europea independiente de la calidad crediticia a algunas de las instituciones de la Unión Europea ya existentes, si bien las fuentes recalcaron que no se trataría de una agencia europea.
Éstas tendrían que suministrar a los inversores todos los datos públicos y todas las calificaciones sobre deudas soberanas, así como indicador macroeconómicos claves.
Al mismo tiempo, se quiere evitar una dependencia excesiva de las agencias y por ello todas las instituciones financieras reguladas, tales como bancos, aseguradoras y gestoras de fondos de inversión tendrían que tener sus propias capacidades de calificación interna, con el fin de que tener sus propios análisis de riesgos.
La comisión parlamentaria también exige a las agencias que garanticen que sus calificaciones sean imparciales y de la máxima calidad, porque podrán ser denunciados por la vía civil por un inversor que ve sus intereses dañados si se pueden demostrar errores metodológicos o violaciones especificadas en la regulación europea.
La Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, en inglés) tendría que verificar las metodologías y las calificaciones tendrían que ser presentadas en números.
Tendrían que indicar la probabilidad de una suspensión de pagos y acompañar esta valoración con una declaración que la explique.
Para reducir además el problema de los conflictos de intereses, una agencia no podría emitir calificaciones sobre entidades que controlen más del 2 % de su capital o derechos de voto.
Además, ningún accionista o socio que controle más del 5 % del capital o de los derechos de voto podría tener títulos en otra agencia de calificación de riesgo.
Si ocurriese, tendría que hacerse público por las agencias en cuestión y también fusiones entre agencias estarían sujetas a normas estrictas, según la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios. EFE