En las últimas semanas, se ha producido un cambio en la dirección de los movimientos bursátiles que ha contribuido a uno de los comienzos de año más fuertes desde 1995, con subidas generalizadas de las cotizaciones en varias regiones, a excepción de China.
Este cambio se produjo después de que los bancos centrales adoptaran un enfoque más prudente a finales del año anterior. Desde entonces, el factor de impulso en el mercado bursátil estadounidense ha alcanzado un ratio de Sharpe a tres meses casi ocho veces superior, duplicando prácticamente el rendimiento ajustado al riesgo del índice S&P 500, como señalan los estrategas de Goldman Sachs.
A pesar de estas notables subidas, la elevada concentración de las inversiones en un pequeño número de valores ha suscitado inquietud entre los inversores ante la posibilidad de un futuro descenso de las cotizaciones bursátiles.
"Sin embargo, como han indicado nuestros estrategas en Estados Unidos, los patrones históricos muestran que los periodos de alta concentración de las inversiones y de fuerte rendimiento del impulso suelen conducir a periodos en los que otros valores se ponen al día en lugar de descender, y esto suele estar respaldado por la mejora de los indicadores económicos", declararon los analistas.
Desde principios de año, el factor de impulso en Estados Unidos ha tenido un comportamiento excepcional, impulsado por el impulso de los valores asociado a la expansión económica y la inflación. Al principio, el éxito de la inversión de impulso estaba vinculado principalmente a valores de sectores conocidos por su estabilidad y crecimiento. Más recientemente, los valores de sectores sensibles a los ciclos económicos se han convertido en los principales responsables de estos buenos resultados.
"Aunque el movimiento de los precios de las acciones ha favorecido un mayor interés por asumir riesgos, no prevemos grandes efectos de un cambio continuado de dirección, a menos que se produzca un cambio significativo en los tipos de interés de Estados Unidos", señalaron los analistas.
"Un énfasis inesperadamente fuerte en el control de la inflación por parte del Banco de Japón o de la Reserva Federal en sus reuniones de esta semana podría reducir el impulso de las cotizaciones bursátiles y la disposición a asumir riesgos", mencionaron además.
El movimiento de las cotizaciones bursátiles ha contribuido a aumentar la disposición a asumir riesgos financieros, pero la posibilidad de que esta tendencia siga invirtiéndose parece escasa, a menos que se produzca un aumento significativo de los tipos de interés en Estados Unidos, han señalado los analistas.
En caso de que el Banco de Japón o la Reserva Federal adopten esta semana una postura más firme de lo esperado en materia de inflación, podría tener un efecto negativo en el impulso de las cotizaciones bursátiles y en el ánimo general hacia el riesgo.
En esta situación, es probable que las acciones de las grandes empresas europeas, a menudo denominadas GRANOLAS, se encuentren en una posición más fuerte que las acciones de los "7 magníficos". Aunque Goldman Sachs se ha mostrado favorable a invertir en acciones, los analistas han señalado que existe "un potencial limitado para que los precios de las acciones alcancen los objetivos a corto plazo de nuestros estrategas".
"En caso de un descenso de los precios de las acciones, por ejemplo, debido a un aumento repentino de los tipos de interés, recomendaríamos comprar acciones durante la caída de precios, basándonos en nuestras principales previsiones económicas de fuerte crecimiento y el retorno continuado de la inflación a niveles normales", han aconsejado.
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