Juan Palop
Berlín, 24 jul (EFE).- El ministro de Economía, Luis de Guindos, y el alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, se reunieron hoy en Berlín para analizar la crítica situación de España, un día después del aldabonazo de la agencia Moody's a la solvencia alemana.
La prima de riesgo española se mantenía mientras tanto en máximos históricos en 638 puntos básicos, y en la primera economía europea reverberaba en círculos económicos y políticos el eco de la decisión de Moody's de situar "en perspectiva negativa" el estado de sus cuentas públicas.
El encuentro estuvo rodeado de hermetismo, ya que ambas partes decidieron no realizar con posteridad ningún encuentro con los medios de comunicación ni difundir los temas de la agenda, argumentando que se trata de una reunión informal acordada antes del repunte de las tensiones de finales de la semana pasada.
No obstante, expertos y medios alemanes apuntaron que la entrevista se centraría principalmente en la delicada situación de España, que sigue duramente acosada en los mercados financieros a pesar del último programa de recortes de 65.000 millones de euros y de la aprobación de la ayuda financiera por parte del Eurogrupo.
De Guindos tenía el cometido de detallar a Schäuble el último plan de ajustes aprobado por el Gobierno del presidente Mariano Rajoy, que incluye una subida del IVA, la eliminación de la paga extra a los funcionarios y una rebaja de las prestaciones por desempleo, entre otros puntos.
Fuera de la agenda quedó, aseguró ayer De Guindos, la posibilidad de que España fuera a tantear a Berlín sobre una eventual solicitud de Madrid de un rescate completo, ante las crecientes dificultades para financiarse en los mercados.
Tampoco se analizó, según De Guindos, la demanda española -reiterada en los últimos días por el Gobierno español- de que el Banco Central Europeo (BCE) vuelva a adquirir bonos soberanos en el mercado secundario.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, tachó en días pasados al BCE de "banco clandestino" por no rebajar tensiones, algo a lo que Mario Draghi, presidente del BCE, respondió señalando que su cometido no es "resolver los problemas financieros de los estados".
La portavoz del Ministerio alemán de Finanzas, Marianne Kothé, sacó ayer de la lista de asuntos a debate el rescate a las Comunidades Autónomas con dificultades financieras, alegando que se trata de un "asunto interno" español.
La reunión se produjo poco después de que Cataluña se convirtiese en la tercera autonomía en reconocer abiertamente que recurrirá al respaldo del fondo de liquidez autonómico (FLA), aunque no cuantificase el volumen de la ayuda que precisa.
Moody's se encargó ayer de incluir, a última hora, un nuevo punto en la agenda del encuentro de Schäuble y De Guindos.
Al actualizar de "estable" a "negativa" las perspectivas financieras de Alemania -junto con las de Holanda y Luxemburgo-, Moody's recalcó el estrecho vínculo entre las cuentas públicas del saneado norte y del deficitario sur de la eurozona, ligadas a través de los fondos de rescate.
La posibilidad de que Grecia, España o Italia soliciten más ayudas de los fondos de rescate -y crecen las especulaciones en Berlín sobre la necesidad de un tercer paquete para Atenas- erosionaría la solvencia de estas tres economías europeas, todas ellas con la máxima calificación de "Aaa".
Alemania desdeñó de inmediato en un comunicado la decisión de Moody's, asegurando que la agencia no tiene en cuenta la solidez de su economía, al dar prioridad a los "riesgos a corto plazo" e ignorar "las perspectivas a largo plazo de estabilización".
El Ministerio alemán de Finanzas destacó que "las perspectivas para Alemania son sólidas" y en que "la confianza de los mercados internacionales" en el país "es alta", como demuestran los tipos de interés -incluso negativos- que paga Berlín por colocar su deuda.
No obstante, la crisis ya está afectando a los indicadores macroeconómicos de la primera economía europea, que está ralentizando su crecimiento, y la canciller, Angela Merkel, ha reconocido en varias ocasiones en las últimas semanas que "las fuerzas" de Alemania "no son ilimitadas". EFE