Panamá, 10 ene (EFE).- La propuesta de ampliación del Canal de Panamá presentada en 2009 por el consorcio GUPC, a cargo de las obras, tenía "deficiencias" financieras y técnicas que fueron ignoradas por la administración de la vía, publica hoy la prensa panameña, que habla de una supuesta crisis interna en el consorcio.
El anuncio de la paralización de la construcción del tercer juego de esclusas a partir del próximo día 20 lanzado por el Grupo Unidos por el Canal (GUPC) porque no puede soportar más de 1.600 millones de dólares en "sobrecostes", que la administración de la vía no reconoce, volvió a centrar los titulares de la prensa local.
El Panamá América publica extractos de los informes presentados en julio y agosto de 2009 por los que fueron los competidores del GUPC en la licitación del proyecto, los consorcios C.A.N.A.L., liderado por la española ACS e integrado por la también españolas FCC, la alemana Hochtief y la mexicana ICA; y el BTL, formado por la estadounidense Bechtel junto a las japonesas Taisei y Mitsubishi.
Esos informes alertaban, entre otros, deficiencias en el "diseño conceptual de las compuertas de las esclusas" asociadas a la eventualidad de movimientos sísmicos, y que "podrían suponer riesgo para la seguridad del propio Canal".
También indicaban problemas en la calidad del basalto para la mezcla de cemento utilizado en la obra, entre otros, de acuerdo con la información periodística, que detallas que ambos informes fueron presentados después de que GUPC se adjudicara el proyecto por su oferta de 3.118 millones de dólares.
"La ACP, en ese momento a cargo de Alberto Alemán Zubieta, y su sucesor, Jorge Quijano, desatendieron la advertencia. Incluso Quijano, a lo interno de la directiva de la ACP, llegó a referirse a las notas de Bechtel como un intento de extorsión", publicó Panamá América.
El GUPC, que lidera la española Sacyr y la italiana Impregilo con el 48 % del accionariado cada una, e integran además la belga Jan de Nul y la panameña CUSA, se adjudicó el 15 de julio de 2009 el proyecto de construcción del nuevo juego de esclusas del Canal de Panamá por su oferta de 3.118 millones de dólares.
La oferta de GUPC estuvo por debajo de los 3.481 millones de dólares fijados por la ACP como precio máximo, y muy lejos de los 4.185 millones pedido por BTL y de los 5.981 millones que planteó C.A.N.A.L.
La ACP y el GUPC iniciaron esta semana unas conversaciones en busca de una salida amigable al conflicto contractual, tras la mediación de la ministra española de Fomento, Ana Pastor, pero las propuestas financieras diametralmente opuestas presentadas por las partes han impedido un avance de las mismas.
La ACP planteó el martes pasado, en la única reunión celebrada hasta ahora, sacar un nuevo adelanto de 100 millones de dólares, adicionales a los 783 millones ya desembolsados, otorgar dos meses de moratoria al pago de un anticipo de 83 millones, y que el GUPC aporte otros 100 millones para evitar la paralización y garantizar los trabajos por los próximos entre "dos y cuatro meses".
Ese día, el GUPC propuso que la ACP desembolsara otro anticipo de 400 millones de dólares y se comprometió a aporta 100 millones de sus arcas para evitar la paralización de las obras.
Un día después, Impregilo planteó como "solución definitiva" que la ACP saque entre 500 y 1.000 millones de dólares, lo que ratificó ayer en un amplio comunicado difundido en Panamá, en el que califica de "inaceptable y ridícula" posición de la Autoridad del Canal.
El diario La Estrella de Panamá publicó el jueves en su portada que la propuesta de Impregilo "incomodó a Sacyr", que la calificó de "impetuosa".
"Sacyr e Impregilo han empezado a desnudar sus diferencias", según La Estrella, que además reproduce una entrevista dada al diario español El País por el actual administrador de la ACP, Jorge Quijano, en la que "deja al descubierto sus dudas sobre la forma en que se maneja el contratista". EFE