Barcelona, 10 mar (.).- La empresa de moda Desigual perdió 83 millones de euros en 2020 frente a los 7,5 millones de beneficio que registró en el ejercicio anterior, debido al fuerte impacto de la COVID-19, que llevó a reducir la cifra de ventas un 38,8 %, hasta los 360 millones.
El director general de Desigual, Alberto Ojinaga, ha explicado en un comunicado que 2020 ha sido un año "absolutamente excepcional y complejo", con un impacto enorme de la pandemia en sus principales mercados, aunque el ejecutivo espera volver a los resultados positivos este mismo 2021.
Desigual cuenta con una fuerte presencia en los países donde más han afectado las restricciones y cierres impuestos para combatir la pandemia.
El 65 % de sus ventas se realizan en España, donde tuvo que cerrar un 28 % de los días que eran de apertura; Francia (33 %), Italia (26 %) y Alemania (22 %).
A ello se le une el impacto de la caída del tráfico en los períodos entre las diferentes olas de la COVID-19 y la gran caída del turismo, con la consiguiente bajada de las ventas, especialmente en España, el primer mercado de la compañía.
Este impacto supuso que las ventas en las tiendas físicas disminuyeran un 45 % en el ejercicio 2020.
Durante el año pasado, la empresa ha seguido con su apuesta de expansión digital internacional, de manera que las ventas del canal digital de Desigual representan ya un 28 % de la facturación total, con un crecimiento de las ventas en línea del 48,6 %, que, sin embargo, no ha compensado el impacto de la pandemia.
La compañía invirtió en 2020 un total de 18 millones de euros destinados a impulsar, principalmente, la aceleración digital e implementar procesos de IT y logísticos con los que apoyar esta digitalización.
En 2020, expandió su negocio digital a 108 países nuevos y tiene previsto alcanzar un total de 119 mercados durante el primer trimestre de 2021.
Según Ojinaga, la compañía ha aprovechado este año para "acelerar proyectos clave de futuro" mientras aseguraban la solidez financiera.
"Las medidas de contención de gastos y gestión del stock han asegurado una saludable situación de tesorería", ha añadido.
En este sentido, Desigual ha cerrado 2020 con una posición de caja positiva de 108 millones de euros, lo que le permite afrontar los retos de futuro con una "estructura financiera saneada y sin endeudamiento".
"Estamos preparados para un 2021 complicado", ha dicho Ojinaga, que ha explicado que, a día de hoy, todavía tienen casi un 50 % de las tiendas afectadas por cierres totales o de fin de semana.
Sin embargo, la aceleración de proyectos clave, como la renovación del producto, el reposicionamiento de marca y el desarrollo del negocio digital, ya están empezando "a dar sus frutos, lo que nos permite -ha dicho- mirar al futuro con optimismo".
Según Ojinaga, si el proceso de vacunación permite alcanzar el verano con cierta estabilización de la situación, su previsión es retornar a los beneficios este mismo año y recuperar la normalidad en 2022.
Entre los objetivos de la compañía está el que en 2023 la suma de las ventas a través del canal digital y las procedentes de fuera de Europa representen un 60 % de la facturación total, porcentaje que ahora está en un 45 %, y prevén acabar el año con presencia en 150 países a través de desigual.com.
La prioridad de la compañía es "estar cerca de los consumidores" y acelerar la digitalización de la empresa, por lo que durante 2020 Desigual entró en 16 nuevos mercados y abrió tiendas en Sudáfrica e India, además de su expansión en Japón, con una gran establecimiento en Ginza (Tokio) y una nueva apertura prevista en Osaka.
Desigual nació en Barcelona en 1984 y, en la actualidad, cuenta con más de 2.700 empleados y está presente en 107 países a través de 10 canales de venta, 428 tiendas monomarca y seis categorías de productos.