Fráncfort (Alemania), 23 may (EFE).- Deutsche Bank, el primer banco alemán, celebró hoy su junta general de accionistas ante masivas protestas, tanto en la calle como en la sala donde tiene lugar el encuentro.
El copresidente de Deutsche Bank Anshu Jain vio interrumpido su discurso nada más comenzar por los gritos y abucheos de algunos accionistas presentes en la sala.
Jain, que es de origen indio y nacionalidad británica y fue durante muchos años en Londres el máximo responsable de la banca de inversión de Deutsche Bank, ha querido acercarse a los accionistas, a la clase política y al empresariado alemán en un momento en el que el primer instituto de crédito de Alemania atraviesa problemas de imagen.
Deutsche Bank está afectado por el escándalo de manipulación de los tipos de interés de referencia, por fraude fiscal al evadir la declaración del IVA en la negociación de certificados de derechos de emisión de CO2, demandas en EEUU por algunos créditos hipotecarios y el proceso jurídico contra los herederos del exmagnate de medios de comunicación Leo Kirch.
Jain, que es junto con Jürgen Fitschen copresidente de Deutsche Bank desde hace casi un año, leyó su discurso en alemán con algunas dificultades pero con determinación y pidió paciencia.
"Espero que en la próxima junta general de accionistas hable mejor alemán", dijo Jain.
Defendió la reciente ampliación de capital que ha llevado a cabo Deutsche Bank, con la que consiguió sin dificultades 2.900 millones de euros para mejorar su base de capital.
Fitschen hizo hincapié en el deseo del banco de proceder a un cambio de imagen de forma profunda.
"Sí, en el pasado se cometieron errores. Nos lastran financieramente y, lo que es peor, lastran nuestra buena reputación", dijo Fitschen.
"Es necesario un cambio de cultura profundo, también en el conjunto del sector financiero", apostilló Fitschen, quien también señaló que "no se trata de si algo está permitido, sino de si es correcto".
Los accionistas han criticado el pago de elevadísimas gratificaciones a algunos empleados de la banca de inversión, que llegaron hasta 80 millones de euros en el caso de un especulador de tipos de interés por el año 2008, contra el que cursan investigaciones en relación con la manipulación de tasas de interés de referencia y que abandonó el Deutsche Bank en 2011.
Deutsche Bank ha suspendido o despedido a empleados que han actuado de forma inadecuada y ha retenido parte de las retribuciones.
La Asociación de Defensa de pequeños Accionistas (DSW por sus siglas en alemán) dio la bienvenida a el cambio de cultura iniciado, pese a que consideró que se ha producido tarde.
Jain y Fitschen ganaron 4,8 millones de euros cada uno el año pasado, por debajo de la media de 5,3 millones de euros que han percibido en 2012 los consejeros delegados de las compañías que cotizan en el DAX 30.
Deutsche Bank, tuvo hasta marzo un beneficio neto de 1.700 millones de euros, un 21,4 % más que en el mismo periodo de 2012.
En la junta general de accionistas, Fitschen dijo que el cambio necesita tiempo.
"Un cambio de cultura amplio, como el que aspiramos, no se puede ordenar simplemente desde arriba. No se puede simplemente cambiar la palanca. Un cambio de cultura debe desplegarse paso a paso y arraigarse de forma profunda en el banco", según Fitschen.
Advirtió del peligro de caer en una euforia demasiado grande ante la actual tendencia alcista de los mercados de valores.
Ante el optimismo en los mercados financieros, existe "el riesgo de que se infravaloren las dificultades fiscales de EEUU y las consecuencias de la crisis de endeudamiento europea", dijo Fitschen. EFE
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