Madrid, 8 mar (.).- Altos directivos del sector de la alimentación esperan nuevos movimientos de concentración entre empresas como respuesta a la crisis provocada por la covid-19, y anticipan un consumidor que priorizará los precios sobre otras variables debido al empeoramiento de la situación económica.
Éstas son las principales conclusiones de un estudio presentado este lunes por la escuela de negocios IESE, y que recoge los resultados de una encuesta realizada a 185 altos directivos pertenecientes al sector de alimentación y bebidas español.
El 40 % de los participantes se muestran "de acuerdo o muy de acuerdo" con que en este ámbito se producirá "un proceso de consolidación", y un 55 % prevé más alianzas entre empresas.
"Hay una expectativa generalizada de que crecerán los movimientos corporativos de fusiones y adquisiciones", han defendido los autores del informe, que apuntan a que en el caso de la parte industrial, España "no cuenta con un número de empresas referentes de gran tamaño como el que sí tienen otros países" próximos.
Además, han señalado que esta tendencia a la concentración es lógica, ya que la pandemia "ha evidenciado la importancia del tamaño empresarial, no solamente para resistir el impacto de este tipo de coyunturas, sino también por la capacidad de las compañías grandes de promover iniciativas de valor sectorial".
El documento del IESE refleja igualmente que el consumidor sí aprecia más a aquellas marcas con valores, que se preocupan por la salud y por la protección del medioambiente, pero sólo "si se mantienen a precios razonables o bajos".
En este sentido, han recordado que el margen para crecer de la marca blanca está directamente relacionado con el modelo de supermercado que más ventas concentre, ya que por ejemplo los operadores regionales -los grandes vencedores del pasado 2020 en el ámbito de la distribución- apuestan más por la marca de fabricante.
Los autores del informe, asimismo, han detectado que existen "dudas" entre los directivos del sector sobre cuál será el comportamiento del consumidor en cuanto al ocio y la restauración según remita la pandemia, debido a que las dificultades económicas podrían hacer que vigilaran más su gasto.