Emilio López Romero
Nueva York, 26 nov (EFE).- Los inversores en Wall Street se marcharon hoy de vacaciones para celebrar el Día de Acción de Gracias con dos nuevos máximos históricos del Dow Jones de Industriales y el selectivo S&P 500.
En una jornada sin grandes movimientos en el parqué neoyorquino, los principales indicadores se debatieron entre las ganancias y los retrocesos durante buena parte de la sesión mientras trataban de digerir unos datos dispares sobre la evolución de la economía.
Del lado positivo, un aumento del 0,2 % en el gasto de los consumidores el pasado octubre, ligeramente por debajo del que esperaban los analistas pero suficiente para impulsar el ánimo entre los inversores.
Previamente, el Departamento de Comercio reveló que los pedidos de bienes duraderos a las fábricas del país aumentaron ese mes un 0,4 por ciento, impulsados por una subida drástica en la aviación militar.
Además, las ventas de viviendas nuevas en octubre avanzaron un 0,7 por ciento y alcanzaron las 458.000 unidades anuales, situándose en su nivel más alto en cinco meses, mientras que el precio medio subió un 15,4 por ciento respecto al año pasado.
La nota amarga fueron las peticiones del subsidio por desempleo, que subieron la semana pasada hasta 313.000, la primera vez desde septiembre que supera la barrera de las 300.000, con la que los expertos marcan la diferencia de un mercado laboral en recuperación.
Con los mercados cerrados mañana por la festividad de Acción de Gracias y a medio gas el viernes, los inversores se marcharon de vacaciones con la satisfacción de haberse apuntado dos nuevos máximos históricos.
El Dow Jones de Industriales avanzó un 0,07 por ciento y dejó su techo en 17.827,75 puntos y el S&P 500 subió un 0,28 por ciento hasta una nueva plusmarca de 2.072,83 unidades, mientras que el tecnológico Nasdaq progresó un 0,61 por ciento, hasta los 4.787,32 enteros.
Las miradas también se dirigieron al mercado de materias primas, donde el petróleo de Texas cerró por debajo de 74 dólares a la espera de la trascendental reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a la que llegan mañana divididos.
Mientras algunos miembros del cartel petrolero, como Venezuela, abogan por un recorte para impulsar los precios, otros como el mayor productor del bloque, Arabia Saudí, han defendido en Viena que el mercado "se estabilizará por sí mismo".