Barcelona, 22 jun (.).- Los hermanos Ramón e Higini Cierco, que tenían la mayoría accionarial en la extinta Banca Privada de Andorra (BPA), han sostenido este miércoles que la disolución de la entidad tuvo su origen en "una campaña ilegal de desprestigio lanzada conjuntamente por las autoridades andorranas y españolas".
Los Cierco han difundido un comunicado tras revelarse hace unos días el contenido del sumario de la causa de la llamada Operación Cataluña, que está en manos de un juez andorrano.
Según consta en el sumario, al que tuvo acceso Efe, el accionista mayoritario de BPA, Higini Cierco, dejó grabado su testimonio de los encuentros con agentes de policía españoles en el marco de esa operación y lo entregó a dos notarios para que lo custodiaran, con indicaciones precisas en caso de que le mataran.
Cierco también presentó en 2016 una querella criminal contra los agentes de policía Celestino Barroso y Marcelino Martin Blas por los presuntos delitos de coacción o chantaje para que le facilitaran información bancaria de los líderes independentistas Jordi Pujol, Artur Mas y Oriol Junqueras.
En el comunicado, la familia resuelve: "La expropiación de BPA fue un desmantelamiento en tres partes basado en pruebas espurias y en varias ocasiones fabricadas. La declaración errónea de la Red de Control de Delitos Financieros de Estados Unidos (Fincen, por sus siglas en inglés) fue la sentencia a muerte a BPA".
Los Cierco recuerdan, a este respecto, que BPA y su filial española, Banco Madrid, fueron intervenidas en marzo de 2015 después de ser acusadas por Estados Unidos, a través de Fincen, de canalizar fondos del crimen organizado.
Se aprobó entonces una ley de resolución de entidades bancarias y se inició el proceso para separar los activos sanos de los tóxicos de BPA, lo que dio lugar a Vall Banc, que abrió sus puertas en mayo de 2016 y que en julio de ese año fue vendida al fondo estadounidense J.C. Flowers por 29 millones de euros.
Para los Cierco, los audios hechos públicos de mandos gubernamentales y policiales españoles "confirman lo que la familia sospechaba desde el principio: que los gobiernos de España y Andorra intentaron sabotear a BPA".
"BPA era el único banco con propietarios fuera de la élite andorrana y fue convertido en un chivo expiatorio para proteger a otros bancos del escrutinio internacional", aseguran en su nota de prensa.
Además, lamentan que "las autoridades andorranas no han mostrado avances demostrables en la limpieza del sector bancario del país" y añaden que "un primer paso sería sentarse a la mesa y negociar un acuerdo justo por el daño causado por sus acciones contra BPA".
Los Cierco no solo apuntan contra autoridades españolas, sino también contra representantes públicos andorranos, entre ellos el actual primer ministro, Xavier Espot: lo acusan de "colaborar" en la operación Cataluña junto al entonces primer ministro Antoni Martí mientras ocupaba el cargo de ministro de Justicia e Interior.
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