Washington, 15 may (EFE).- Autoridades de EE.UU. y Colombia celebran hoy la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio (TLC), tras un tortuoso camino empezado en 2004 y marcado por la politización del pacto bilateral.
Tanto el embajador de Colombia ante la Casa Blanca, Gabriel Silva, como el representante de Comercio Exterior de EEUU, Ron Kirk, prevén participar hoy en un acto de la Cámara de Comercio para celebrar la puesta en marcha del TLC.
El evento también contará con la participación de representantes del Congreso y de la Administración del presidente de EE.UU., Barack Obama.
Obama emitió el lunes una proclamación oficial para la puesta en marcha del TLC, como parte del último requisito legal en el proceso.
Para Silva, la puesta en vigor del TLC supone la entrada de Colombia al "club" exclusivo de países que cuentan con un pacto bilateral de comercio con EEUU, lo que, a su juicio, confiere una señal importante de "reconocimiento" ante la comunidad internacional.
"El club de países que tienen TLC con Estados Unidos no es muy grande, y estar en ese club es muy importante por las señales que manda a la comunidad internacional. Es una especie de reconocimiento", afirmó el diplomático en un encuentro reciente con periodistas.
El TLC fue negociado en 2004 y suscrito en noviembre de 2006 pero, debido a pugnas partidistas respecto a la violencia y los abusos de derechos humanos en Colombia, el Congreso de EEUU finalmente lo ratificó en octubre del año pasado.
A partir de hoy mismo, el TLC permite la importación a EEUU, libre de aranceles, de miles de productos colombianos, entre éstos textiles, flores, ropa confeccionada, calzados y artículos de cuero, y ciertas frutas y verduras.
Del lado estadounidense, se exportarán al mercado colombiano productos como equipos y materiales para construcción y agricultura, aeronaves, fertilizantes, equipos médicos, tecnologías para información y comunicaciones, algodón, textiles y confecciones, carne de res de alta calidad y ciertas frutas frescas y procesadas, entre otros.
El pacto también prevé la desgravación gradual de otros productos de ambos países, con diversos períodos de gracia.
Con este pacto, Estados Unidos no solo da un espaldarazo político a Colombia, un aliado clave en la lucha antiterrorista, sino que aumenta su volumen de exportaciones, que la Administración Obama ha sentado como prioridad para crear empleos dentro del país.
Mientras, Colombia consigue un mayor acceso al mercado estadounidense, que ya es el principal destino de sus productos.
En 2011, las exportaciones a Colombia totalizaron 14.300 millones de dólares y, según la Comisión de Comercio Internacional, el TLC aumentará en 2.500 millones de dólares el Producto Interno Bruto de EE.UU. EFE