Madrid, 12 ene (.).- El acceso a internet en los hogares españoles aumentó un 17,28 % entre 2016 y 2020, lo que situó a España como el cuarto país de la Unión Europea en el que más creció en ese periodo, según un informe publicado este miércoles por el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (Ontsi).
En concreto, el porcentaje de viviendas con cobertura a internet pasó del 81 % en 2016 al 95 % en 2020, lo que supone un incremento de 14 puntos en el periodo.
Además, del total de las viviendas que contaban con acceso a internet en 2020, el 89 % disponía de una conexión mayor a 100 megabit por segundo (Mbps).
En el caso de las zonas rurales, en 2011 el acceso a internet se situaba 15 puntos por debajo de las grandes zonas urbanas, mientras que en 2020 la diferencia fue de cinco puntos.
Desde el inicio de la pandemia, el número de internautas que utilizaron internet en los últimos tres meses creció un 3,7 %. Además, el 83 % de la población española accedió todos los días a internet y el 81 % se conectó varias veces al día en el periodo analizado.
Con respecto a las empresas, el informe refleja que la brecha de digitalización entre pymes y grandes empresas y microempresas se situó en 15 puntos en 2020.
La diferencia entre segmentos empresariales fue más reducida en el equipamiento e infraestructuras (con solo siete puntos), mientras que subió hasta los 26 puntos en materia de ciberseguridad.
En cuanto a otros servicios tecnológicos, el porcentaje de microempresas que contaban con una página web aumnetó hasta casi el 42 % en 2020, 6,5 puntos más que en 2016.
En 2020 el análisis de datas alcanzaba al 8,5 % de las compañías de 10 o más empleados, y al 3 % de las microempresas. Además, solo el 7 % de las pymes y grandes empresas españolas utilizaba sistemas de inteligencia artificial (IA) en ese año.
Por último, el informe señala que el uso de asistentes de voz en sistemas de atención al cliente, el aumento de la realidad virtual y aumentada, la realidad mixta, la tecnología háptica y el empleo de datos biométricos por parte de las empresas constituyen las líneas de investigación futuras para el sector de la tecnología.
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