Vitoria, 19 jul (.).- Partidos e instituciones vascas han celebrado el acuerdo alcanzado en la planta Mercedes de Vitoria para la renovación del convenio colectivo, lo que facilitará que la multinacional automovilística haga una inversión de 1.200 millones en esta fábrica para ampliarla y adaptarla a la fabricación de nuevos modelos.
El 94,7 % de la plantilla de esta empresa de más de 5.000 empleados ha participado en el referéndum y el 57 % ha votado a favor del nuevo convenio acordado entre la dirección y los sindicatos UGT, CCOO, Ekintza y PIM, mayoritarios en el comité de empresa.
Las otras tres centrales, ELA, LAB y ESK, que se opusieron al texto porque no incluía incrementos salariales vinculados al IPC, han decidido finalmente desconvocar las tres huelgas previstas para mañana miércoles, el jueves y viernes.
De este modo se pone fin a más de un año de negociación del convenio y a un periodo de conflictividad, con hasta nueve jornadas de huelga que han paralizado la producción de la fábrica, de la que salen a diario unas 700 furgonetas Vito y Clase V.
El nuevo convenio al que la plantilla ha dado su aval contempla una paga de 4.000 euros brutos no acumulable correspondiente a 2021, un incremento salarial del 6 % este año y subidas del 2,25 % desde 2023 hasta 2026, así como otras mejoras económicas y laborales.
El director general de Mercedes Benz-Vitoria. Emilio Titos, ha agradecido a la plantilla su "apuesta por un futuro esperanzador" para esta fábrica, que con la inversión de 1.200 millones duplicaría su capacidad de producción.
Todas las instituciones vascas implicadas, la patronal alavesa SEA e incluso el propio lehendakari, Iñigo Urkullu, han subrayado durante estos días la importancia de que se firmase este acuerdo en la mayor empresa de Euskadi, que da empleo indirecto a otros 30.000 trabajadores.
Urkullu viajó a Stuttgart hace dos semanas para reunirse con la dirección de esta firma en Alemania y respaldar esa inversión multimillonaria para Vitoria por su trascendencia para el tejido industrial vasco.
Hoy, el portavoz del Ejecutivo autonómico, Bingen Zupiria, ha querido ser prudente y, aunque la dirección dijo que el acuerdo con los sindicatos "habilitará" la inyección de los 1.200 millones anunciados, ha advertido de que todavía queda el "reto de convencer" a la multinacional de que esta factoría es "la mejora ubicación para la gran inversión que tiene previsto hacer".
El diputado general de Álava, Ramiro González, ha calificado el resultado del referéndum de "inmejorable noticia, que consolida gran parte del futuro de la economía alavesa" y ha felicitado a la plantilla, a la dirección y a los sindicatos por este logro, al igual que ha hecho el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran.
Para el delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, con esta solución "ha ganado el empleo estable y cualificado" y se ha asegurado una inversión "que garantiza" el futuro de esta empresa y de su red de proveedores.
La patronal alavesa también ha respirado con alivio al conocer el resultado y ha destacado que tras la conflictividad de los últimos meses ha imperado el sentido común", después de la "huelga artificial" promovida la semana pasada por los sindicatos ELA, LAB y ESK, que consiguieron parar la factoría "en base a la extorsión y a los piquetes", según el director general de SEA, Juan Ugarte.
Los partidos vascos han recibido con satisfacción el 'sí' de la plantilla al acuerdo, aunque algunos han criticado la forma en que se ha llegado a este resultado.
Además de los pronunciamientos favorables de dirigentes institucionales del PNV, el secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza, ha subrayado que la "responsabilidad" demostrada por los trabajadores "abre una etapa de inversión y crecimiento del empleo".
También el dirigente de Sortu Arkaitz Rodríguez ha opinado que los trabajadores de Mercedes "ganan con este acuerdo pero no todo lo que se merecen" porque a su juicio la empresa "ha presionado y chantajeado a la plantilla, con el objetivo de que obtuviera lo menos posible y todo ello con la colaboración de las instituciones vascas".
Podemos ha celebrado el desbloqueo del conflicto laboral en esta fábrica pero ha criticado el posicionamiento del lehendakari, Iñigo Urkullu, y del presidente del PNV, Andoni Ortuzar, "a favor de la empresa" y no de los trabajadores.
El presidente del PP en Álava, Iñaki Oyarzabal, ha ensalzado esta "magnífica noticia" que demuestra "apuesta clara por el futuro de la empresa y genera confianza a la hora de atraer proyectos e inversiones" a esta provincia.
Los sindicatos que defendieron el voto contrario al convenio, ELA, LAB y ESK han desconvocado las huelgas previstas para esta semana ya que al haber acuerdo para la firma del convenio "no tiene sentido " mantenerlas.
Estas tres centrales han defendido en un comunicado la importancia de las movilizaciones que ellos han promovido en las últimas semanas para lograr un mejor convenio, que han marcado a su juicio "un antes y un después" en la historia de esta fábrica.
La mayoría sindical -UGT, CCOO, Ekintza y PIM- ha considerado por su parte "histórica" la decisión adoptada por los trabajadores, que era "imprescindible para el futuro de la planta, ya que traerá la mayor inversión de su historia", un logro que según CCOO se ha conseguido a pesar de que otros sindicatos "han denostado el acuerdo, el bienestar de la plantilla y el futuro de la planta".
UGT por su parte confía en que esos tres sindicatos que han votado 'no' se sumen al acuerdo y acepten "la voluntad mayoritaria de la plantilla en las urnas".
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