Viena, 30 mar (.).- El banco austríaco Raiffeisen (VIE:RBIV) International (RBI) informó este jueves de que está explorando opciones para desprenderse de su negocio en Rusia, donde tiene una importante presencia, tras recibir presiones por seguir en ese país después de la invasión de Ucrania.
El director ejecutivo de RBI, Johann Strobl, dijo hoy en la asamblea de accionistas que el banco explora las opciones que permitan su salida del mercado ruso. Mientras tanto, agregó, las actividades comerciales en Rusia se reducirán.
"Hemos decidido que llevaremos a cabo posibles transacciones que conduzcan a una venta o escisión de Raiffeisen Russia y a su desconsolidación del grupo RBI, en pleno cumplimiento con las leyes locales e internacionales", dijo el jefe del banco.
El máximo ejecutivo de RBI no ofreció un calendario concreto sobre la salida del banco de Rusia. La escisión podría llevar varios meses, mientras que una venta podría ser más rápida si se encuentra un comprador.
En ambos casos, RBI necesitaría aprobaciones regulatorias y, en caso de venta, un comprador no sancionado y la aprobación directa del presidente ruso, Vladimir Putin, ya que RBI es una de las 13 entidades sistémicas del país.
RBI y el italiano Unicredit (BIT:CRDI) son los únicos bancos extranjeros en la lista de entidades sistémicas rusas.
El RBI afronta presiones del Banco Central Europeo (BCE) y de EEUU, que había solicitado información sobre si su actividad vulnera las sanciones occidentales contra Moscú.
El RBI ha venido defendiendo que trata de cumplir con todas las sanciones financieras.
Después de que los bancos rusos fueran objeto de sanciones occidentales y excluidos del sistema internacional de pago SWIFT, la filial rusa del RBI es una de las escasas entidades del país que aún puede ofrecer transferencias con Occidente.
La entidad también recibió numerosas críticas después de que la prensa indicase que el RBI participa en un programa ruso para otorgar moratorias en el pago de préstamos a las tropas que combaten en Ucrania.
El RBI obtuvo en 2022 un beneficio neto de unos 3.600 millones de euros, más que el doble que el año anterior, y en gran parte gracias a sus negocios en Rusia, donde registró más de la mitad de las ganancias.
El banco ha explicado que no puede sacar los beneficios de Rusia ni tampoco puede usar ese dinero para desembolsar un dividendo a sus accionistas, aunque sí sirven para mejorar la situación financiera de la entidad.