Lisboa, 19 oct (.).- El Banco BPI (LS:BBPI), controlado por el español Caixabank (MC:CABK), obtuvo un beneficio de 23 millones de euros hasta septiembre, un 87 % menos que un año antes, por el impacto de la venta de parte de su negocio en Angola y del programa de reducción de plantilla.
Los resultados, recogidos en un comunicado enviado hoy a la Comisión del Mercado de Valores lusa (CMVM), son mejores de lo esperado por los analistas, que estimaban que el banco registraría pérdidas.
La venta de una participación del 2 % del capital del Banco de Fomento de Angola (BFA), con la que cedió el control a la empresaria angoleña Isabel Dos Santos para evitar sanciones de Bruselas, penalizó los resultados en 212 millones de euros.
A esta penalización, se unen los costes derivados del programa de reducción de plantilla implementado por el banco, que ha acordado la salida de 617 trabajadores a través de jubilaciones anticipadas y rescisiones voluntarias, con un impacto de 77 millones de euros en las cuentas.
Con esta medida, que supone una reducción de la plantilla de un 11 %, el banco espera alcanzar un ahorro anual de 36 millones a partir de 2019.
Sin estos factores extraordinarios, el banco liderado por el español Pablo Forero habría obtenido unos beneficios de 312 millones de euros, el 70 % más que un año antes.
El negocio en Portugal dejó un resultado positivo de 152 millones de euros, muy superiores a los 56 millones de septiembre de 2016, mientras que la actividad internacional aportó 154 millones, el 26 % más.
El producto bancario -equivalente a los ingresos de la entidad- se situó en 546 millones de euros, el 0,6 % más, mientras que el margen financiero -diferencia entre los intereses cobrados en créditos y los pagados de los depósitos- cayó el 1,3 %, hasta 301 millones.
En cuanto a la solvencia del banco, el "Core Tier 1" se situó en el 11,5 % y la proporción de crédito en riesgo sobre el total concedido del banco se redujo hasta el 3,3 %.
El Caixabank se hizo con el control del BPI en febrero a través de una opa, que dejó el 84,5 % del capital en sus manos.