Dublín, 30 abr (EFE).- El Banco Central Irlandés (ICB) obtuvo en 2012 un beneficio de 1.400 millones de euros netos, 559 millones más que el año anterior, gracias, sobretodo, a la rentabilidad de los préstamos concedidos a las entidades financieras de este país.
En su informe anual, el ICB también informó de que el Gobierno de Dublín recibirá en concepto de dividendos 1.100 millones de euros, al tiempo que, dijo, aumentó sus "actividades reguladoras" sobre los bancos nacionales durante el pasado año.
Según el Banco Central, las entidades financieras de este país, la mayoría parcial o totalmente nacionalizadas, lograron reducir su dependencia del Banco Central Europeo (BCE) desde los 108.000 millones de euros solicitados en 2011 hasta los 72.000 en 2012.
Estas cifras, apuntó el ICB, reflejan el progresivo desapalancamiento del sector, así como un incremento de los depósitos y una mejoría en el acceso a los mercados de deuda para buscar fuentes de financiación alternativas.
Además de presentar unas cuentas saneadas, el principal objetivo del Banco Central Irlandés durante el pasado año fue consolidar el proceso de reestructuración del sistema bancario, cuyo colapso en 2008, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, obligó a Dublín a pedir en 2010 un rescate a la Unión Europea y el FMI por 85.000 millones de euros.
El gobernador del ICB, Patrick Honohan, destacó hoy que la "política general" de la entidad avanza en la "dirección correcta", a pesar de la "magnitud de la tarea" y del contexto de "debilidad de la economía externa".
Honahan también ensalzó los logros alcanzados por el banco durante el pasado año para abordar la morosidad hipotecaria y culminar el proceso de liquidación del Anglo Irish Bank, una medida encaminada a aliviar la deuda bancaria asumida por el Estado.
El ICB y BCE llegaron el pasado febrero a un acuerdo sobre la reestructuración de la deuda bancaria del Anglo y fijar así una reducción "significativa" de la deuda de 28.000 millones de euros contraída por el Estado para salvar la entidad.
A pesar de este ahorro, el gobernador de la entidad irlandesa instó hoy al Gobierno de Dublín a mantener el rumbo de los planes de ajuste previstos hasta el fin de 2013, cuando espera abandonar su programa de ayuda y regresar definitivamente a los mercados de deuda.
"La aplicación total de las medidas presupuestarias anunciadas continúa siendo clave para preservar la confianza de los mercados", dijo Honahan en referencia a los presupuestos generales para 2013 presentados el pasado diciembre, que prevén un ahorro de 3.500 millones de euros a través de recortes del gasto público y de nuevos impuestos. EFE