Por Leika Kihara y Stanley White
TOKIO (Reuters) - Los integrantes del Banco de Japón (BoJ, por sus siglas en inglés) prometieron que mantendrán un enorme respaldo monetario e intentaron disipar preocupaciones de que un desplome global de las bolsas pueda afectar a una recuperación que cobra fuerza, remarcando que los cimientos económicos del país se mantienen sólidos.
Sin embargo, se abstuvieron de advertir a los mercados que no aprecien mucho al yen después de que los inversores empezaron a comprar la divisa nipona, que es considerada un refugio durante tiempos de agitación en los mercados.
La moderación de Tokio sugiere que no quiere provocar tensiones con Washington por temas cambiarios y comerciales, lo que deja a Japón con poco espacio de maniobra en su preocupación de que un alza no bienvenida del yen pueda afectar a sus exportaciones.
El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, descartó la posibilidad de elevar los tipos de interés a corto plazo y dijo al Parlamento que era "inapropiado" hacerlo con la inflación aún lejos de la meta de 2 por ciento del banco.
"La inflación japonesa ni siquiera ha alcanzado un 1 por ciento. Como tal, es inapropiado cambiar la política monetaria en forma prematura sólo para crear un espacio para políticas futuras", comentó Kuroda el martes.
El primer ministro, Shinzo Abe, también manifestó esperanzas de que el BOJ mantenga su política monetaria actual ultraexpansiva y dijo que confía plenamente en la gestión de la política monetaria por parte de Kuroda.
El promedio de acciones japonesas Nikkei cayó a mínimos de cuatro meses el martes tras el desplome de Wall Street por preocupaciones de que grandes bancos centrales puedan retirar estímulos más rápido a lo previsto ante señales de un repunte de la inflación.
El dólar se depreció a 108,73 yenes, debajo del nivel de 110 yenes en el que muchos manufactureros japoneses basan sus pronósticos de ganancias para el año fiscal que terminan en marzo.
Si persiste, las caídas en el mercado amenazan con minar uno de los pocos éxitos clave de las políticas de estímulo del primer ministro nipón, llamadas "Abenomics", que apuntan a reflotar la economía desde su estancamiento.