Dublín, 6 nov (EFE).- El nacionalizado Allied Irish Banks (AIB), el segundo banco más importante de Irlanda, ha pedido a sus exdirectivos que acepten una reducción voluntaria de sus pensiones para hacer frente a la difícil situación de la entidad.
En un comunicado remitido hoy al diario "The Irish Times", el director ejecutivo del AIB, David Duffy, asegura que se ha enviado "una carta a antiguos altos ejecutivos" del banco para plantearles este cuestión, aunque no especifica quienes o cuantos son.
La petición es "voluntaria" porque ni el AIB ni el Gobierno de Dublín tienen "autoridad legal" para reducir directamente las pensiones de los exbanqueros, según ha advertido el ministro irlandés de Finanzas, Michael Noonan, a pesar de que el Estado controla el 99,8 por ciento de sus acciones y lleva inyectados más de 20.000 millones de euros en su rescate.
La nacionalización del AIB y del Anglo Irish Bank en 2009, al comienzo de la crisis financiera irlandesa, obligó al anterior Ejecutivo a solicitar un año después a la Unión Europea (UE) y al Fondo Monetario Internacional (FMI) un programa de ayuda cuantificado en 85.000 millones de euros.
La pasada semana, un comité parlamentario criticó al AIB por demorar la petición de rebaja voluntaria de las pensiones a su exdirectivos después de que el presidente de la entidad, David Hodgkinson, prometiera el pasado junio que iba a plantear este asunto "por escrito" antes de finales de este año.
Duffy comunicó a este comité que el banco debía "evaluar los aspectos contractuales" derivados de la toma de una "decisión administrativa" antes de ponerse en contacto a través de una misiva con los exdirectivos.
Los medios de comunicación irlandeses han revelado que el exdirector ejecutivo de AIB Eugene Sheehy tiene una pensión de 529.000 euros anuales, mientras el exdirector general Colm Doherty espera recibir una pensión de 300.000 euros anuales en cuanto cumpla los 65 años.
A principio de este año, el banco transfirió préstamos por un valor de 1.100 millones de euros al fondo de pensiones para reducir su déficit y hacer frente a las "jubilaciones pasadas" y a las "anticipadas", según reconoce Duffy en su comunicado a "The Irish Times".
De lo contrario, arguye el directivo, algunos "pensionistas retirados hace ya tiempo" podrían haber visto reducidas sus pagas en un 50 o un 60 por ciento, lo cual hubiese sido "injusto".
Según Duffy, el fondo de pensiones es necesario para acometer un plan de regulación que prevé recortar 2.500 empleos entre este año y el siguiente, la mayoría de los cuales corresponden a jubilaciones anticipadas y abandonos voluntarios.
Esta medida, anunciada el pasado marzo, está encaminada a ahorrar 170 millones de euros anuales en el AIB y forma también parte de un amplio plan de reestructuración del sistema bancario irlandés.
El rescate de la UE y el FMI a Irlanda ha obligado al Ejecutivo de Dublín a reformar la banca nacional en torno a dos "pilares" básicos, el propio AIB y el Bank of Ireland, tradicionalmente los dos grandes bancos irlandeses. EFE