Por Jesús Aguado
MADRID (Reuters) - El beneficio neto de Banco Santander (MC:SAN) bajó un 14 por ciento en el tercer trimestre del año, afectado por costes de reestructuración relacionados principalmente por la compra e integración del Banco Popular (MC:POP), en unos resultados que vieron un sólido crecimiento del beneficio ordinario.
El mayor banco de la zona euro por capitalización -- que consolidó por primera vez las cuentas de la entidad adquirida en junio -- reportó un beneficio neto de 1.461 millones de euros.
Los analistas, que esperaban un beneficio neto de 1.850 millones de euros, no esperaban que el banco se apuntará costes por Popular hasta el último trimestre del año.
A las 1252 horas, las acciones del banco subían un 3,1 por ciento, frente a la leve subida del sector en Europa y el alza del 1,6 por ciento del Ibex-35.
Santander ya había dicho que esperaba la reestructuración de Popular impactara en 1.300 millones de euros en sus cuentas. En el tercer trimestre, el beneficio neto se ha visto impactado en 122 millones de euros.
El consejero delegado de Santander, José Antonio Álvarez, dijo el jueves en una conferencia con analistas que el banco no espera más costes de reestructuración para Popular este año, aparte de los 300 millones del tercer trimestre.
Santander se hizo con Popular por un euro después de que las autoridades europeas intervinieran para evitar su colapso tras una fuerte salida de depósitos del banco.
Excluyendo extraordinarios, el beneficio de Santander creció un 17 por ciento apoyado en su principal mercado, Brasil, donde el beneficio neto aumentó un 35 por ciento.
Brasil fue mejor que otras unidades de negocio, como Reino Unido, donde el beneficio neto creció casi un cuatro por ciento.
Los analistas de Deutsche Bank (DE:DBKGn) destacaron que la entidad había registrado crecimiento de ingresos en ocho de sus diez principales mercados.
Tras la reciente actualización de su estrategia en la que elevó ligeramente sus objetivos de rentabilidad para 2018, los resultados de Santander se verán eclipsados parcialmente por la deriva indepentendista en Cataluña.
Los bancos catalanes Caixabank (MC:CABK) y Sabadell (MC:SABE) trasladaron su sede social fuera de Cataluña por el impulso independentista en la región, en un intento por calmar a depositantes e inversores tras un referéndum de autodeterminación en la región.
El consejero delegado del banco dijo que la situación en Cataluña no era buena para el negocio en toda España, aunque dijo que era demasiado pronto para evaluar el impacto en su actividad.
El margen de intereses de Santander -- la diferencia entre lo que el banco paga en depósitos y cobra en créditos-- alcanzó los 8.681 millones de euros en el tercer trimestre, un aumento de 0,9 por ciento frente al trimestre anterior. En términos interanuales, la subida fue del 11,3 por ciento.
Como otros rivales europeos, Santander está luchando para mejorar sus ingresos por préstamos en España con los tipos de interés en mínimos históricos y con una creciente competencia que erosiona sus márgenes.
Santander acabó el tercer trimestre con un ratio tier-1 totalmente anticipado del 10,8 por ciento, comparado con el 10,72 por ciento en julio y tras incluir los 7.000 millones de euros de la ampliación de capital por la compra de Popular.
La entidad reiteró que estaba en camino para cumplir todos sus objetivos financieros, incluido el de aumentar el beneficio por acción a doble dígito en 2018.
El banco redujo su tasa de morosidad al 4,24 por ciento al cierre de septiembre desde el 5,37 por ciento a junio, tras vender una participación mayoritaria de una cartera de 30.000 millones de euros heredada de Popular.