Noemí Jabois
El Cairo, 14 jul (.).- El Banco Mundial (BM) estima que la economía se contraerá un 4,2 % en Oriente Medio y el Norte de África en 2020, una región a la que las crisis del coronavirus y los precios del petróleo le va a costar un 6,6 % del producto interior bruto (PIB), según el economista jefe regional del BM, Rabah Arezki.
En una entrevista telemática con Efe, Arezki destacó la crisis "única" y "compleja" que vive la región por la pandemia y la caída de la demanda global de petróleo, y que aún podría empeorar "si la situación sanitaria se deteriora más de lo previsto" con una segunda oleada de COVID-19.
"En total, la región está perdiendo el 6,6 % del PIB por el doble impacto, así que la proyección para 2020 es ahora una contracción del 4,2 % del PIB", dijo el economista.
Explica que la crisis ha provocado también una bajada del 10 % en las exportaciones y de un 7 % en la inversión, con el añadido del problema de la inflación en las naciones que han devaluado su moneda (Líbano, Irán y Yemen), donde se han disparado los precios.
EN LAS ENTRAÑAS DEL DESASTRE
La causa obvia del deterioro económico es el impacto de la COVID-19 tanto en la oferta como en la demanda, en el primer caso "porque la gente no puede ir a trabajar al campo o la fábrica" y, en el segundo, porque ahorra más como medida preventiva, lo que hace caer el consumo.
Sin embargo, el experto del BM recuerda que existen otros factores como la sanidad, con el número de casos todavía en auge en la región, y las remesas, de la que países como Marruecos y Egipto son fuertemente dependientes y que a menudo proceden del golfo o Europa.
"Todos ellos están experimentando una gran reducción en la entrada de ingresos de divisas procedentes de las remesas", advirtió el franco-argelino, al agregar que también han disminuido otros canales de Inversión Extranjera Directa.
A su juicio, también la práctica suspensión del turismo ha supuesto una bajada "dramática" de los ingresos de divisas, especialmente en Jordania, Egipto, Túnez o Marruecos, donde este sector es "muy importante".
EL GOLFO PÉRSICO Y EL PETRÓLEO
"Los importadores de petróleo se están contrayendo, pero mucho menos que los exportadores", sentenció el economista.
La caída de los precios del crudo es beneficiosa para los importadores, pero Arezki mantiene que la desaceleración del golfo Pérsico "va a afectar a Marruecos, Egipto y otros países de forma más importante que la reducción en sus facturas del petróleo".
Así las cosas, prevé que las economías de la península arábiga se contraigan este año un 4,1 %, un golpe menor del que sufrirán otros exportadores de petróleo gracias a los "amortiguadores fiscales" que han desplegado.
Estas políticas van desde el mantenimiento de los pagos a los empleados públicos hasta las "muchas" transferencias de efectivo que han hecho estos países, ayudando a preservar el consumo.
IRAK Y EL LÍBANO, DOS CASOS MUY GRAVES
"Irak es un exportador de petróleo, de modo que el efecto es muy severo es su previsiones de crecimiento", alertó, al apuntar a una "enorme, enorme, enorme" caída del 15 % del PIB respecto a las predicciones de principios de año.
Según las estimaciones actuales del BM, en 2020 su economía se contraerá un 10 %, lo que pone al conflictivo país árabe en una situación "muy difícil", puesto que no cuenta con los "amortiguadores" que tiene el CCG y tomar prestado de forma externa sería "muy caro" para el país.
"Es absolutamente necesaria una transformación, Irak tiene mucho más potencial que sólo exportar petróleo y esto va a requerir crear espacio para otros sectores", precisó.
También apremia el caso del Líbano, en medio de su peor crisis económica desde el final de la guerra civil (1975-1990) y donde "las consecuencias de este impacto masivo (...) está causando una caída masiva del tipo de cambio para la libra libanesa en el mercado negro", explicó el investigador.
El pasado marzo, el nuevo Gobierno del Líbano, que tomó posesión tras la dimisión del anterior en medio de protestas por la crisis, se declaró en suspensión de pagos de su deuda externa al no poder cumplir con un vencimiento de 1.200 millones de dólares en eurobonos.
"Hay una necesidad urgente de reestructurar la deuda y ser capaces de cubrir los pagos, y con el tiempo pensar en algún alivio o consolidación de la deuda, pero esto tendrá lugar cuando haya una determinación para abordar los monopolios, la corrupción, lo que la calle está pidiendo", concluyó.