Río de Janeiro, 25 abr (EFE).- Roberto Azevedo, el embajador de carrera que Brasil postuló como candidato a director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), es un veterano diplomático que conoce profundamente el organismo multinacional, sus potencialidades y sus complicados mecanismos internos.
Así por lo menos lo describió la Cancillería brasileña cuando anunció en diciembre pasado la candidatura de su embajador ante la OMC desde 2008 a dirigir el organismo y así se ha presentado el propio Azevedo en los numerosos países que ha visitado desde que inició la campaña para suceder en el cargo al francés Pascal Lamy.
Esas calificaciones, de acuerdo con diplomáticos brasileños, permitieron que Azevedo figurara desde el principio como uno de los favoritos y que superara, junto con el mexicano Herminio Blanco, el último de los cortes en la disputa prevista para terminar el 31 de mayo próximo.
El aspirante brasileño y el mexicano permanecen en la disputa tras el anuncio este jueves de la eliminación de los candidatos postulados por Nueva Zelanda, Corea del Sur e Indonesia. Hace dos semanas ya se habían quedado en medio del camino los presentados por Costa Rica, Jordania, Ghana y Kenia.
Azevedo "reúne importantes calificaciones para el ejercicio de la función como director general de la OMC por su amplio conocimiento de la organización, sus mecanismos y potencialidades", según la presentación hecha por el Palacio de Itamaraty, la sede de la cancillería brasileña.
La misma carta de presentación recuerda que el embajador está directamente involucrado en asuntos económicos y comerciales hace más de veinte años y que, como jefe del Departamento Económico del Ministerio de Exteriores entre 2005 y 2006, comandó la delegación brasileña en las negociaciones de la Ronda de Doha de la OMC.
El propio Azevedo ha dicho que, para desbloquear las negociaciones de Doha, la OMC necesita de un director que conozca el funcionamiento del organismo.
"Conozco los problemas. Estoy capacitado para ayudar debido a que acompaño los esfuerzos hace mucho tiempo", ha dicho Azevedo en los países que ha visitado y en los que ha ido sumando respaldos.
"Tengo la confianza de los miembros", ha dicho también el diplomático en referencia al apoyo que su candidatura ha logrado tanto entre países ricos y emergentes como entre los pobres.
El embajador también ha destacado su perfil como diplomático, que lo diferencia de casi todos los candidatos ya eliminados, postulados por haber sido ministros y sin experiencia en la OMC.
Blanco, por ejemplo, fue el principal negociador de México del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) en la década de 1990 y, pese a su amplia experiencia en comercio internacional y su participación en las negociaciones mexicanas con varios países, actualmente trabaja en el sector privado.
Desde que ingresó a la carrera diplomática Azevedo ha estado vinculado a puestos con responsabilidad en asuntos económicos o negociaciones comerciales. Su primer cargo importante en el Ministerio de Relaciones Exteriores fue el de subjefe para Asuntos Económicos, que ejerció entre 1995 y 1997.
En 1997 fue enviado a Ginebra para asumir diferentes responsabilidades en la delegación de Brasil ante la ONU y los organismos con sede en esa ciudad, entre los cuales la propia OMC, en la que tuvo que seguir los contenciosos de interés de Brasil.
En 2001 participó de la creación de la Coordinación General de Contenciosos de Itamaraty, que dirigió por poco más de cuatro años y en la que tuvo que lidiar con diferentes disputas comerciales, como la entablada por Brasil contra Estados Unidos por sus subsidios al algodón o la abierta contra la Comunidad Europea por subsidios a la exportación de azúcar.
Entre 2005 y 2008 se desempeñó como jefe del Departamento Económico de la cancillería, cargo en el que tuvo que comandar la delegación brasileña en las negociaciones de la Ronda de Doha, y como subsecretario general de Asuntos Económicos y Tecnológicos, y desde septiembre de 2008 representa a Brasil ante la OMC. EFE