Barcelona, 9 sep (.).- El cierre total de las salas de juego durante el confinamiento por la COVID-19 ha desplomado hasta los 37,4 millones de euros el beneficio operativo de Cirsa en el primer semestre del año, lo que supone una caída del 82,58 %.
Así lo pone de manifiesto una comparación entre las cuentas del primer semestre de 2019 y las del primer semestre de este año, dadas a conocer este miércoles por el líder del juego en España.
Aunque Cirsa no facilita el resultado neto, la compañía comunicó un beneficio operativo de 214,7 millones de euros en los seis primeros meses de 2019, y debido al cierre forzoso de las salas de juego esa ganancia operativa ha caído hasta los 37,4 millones en el mismo período de este año.
El gigante del juego, controlado por Blackstone (NYSE:BX), admite en un comunicado que durante el segundo trimestre del año, el más afectado por el confinamiento, registró unas pérdidas operativas de 51,4 millones, y unos ingresos de explotación de 42,3 millones.
En los seis primeros meses del año, Cirsa asegura que ha obtenido unos ingresos de explotación de 398,1 millones de euros, frente a los 761,8 millones del mismo período de 2019.
"Los resultados del segundo trimestre son una consecuencia del grave impacto de la COVID-19, que obligó al cierre total y gradual desde mediados de marzo de los negocios de máquinas en bares y de las salas de juego (salones, bingos, casinos y salas de apuestas) en los nueve países donde la compañía está presente", asegura Cirsa.
De esta forma, Sportium online, el negocio de las apuestas deportivas, fue el único que se mantuvo operativo.
Solo a partir de mediados de junio las salas de juego en España y el negocio en Italia iniciaron "paulatinamente" su actividad "bajo fuertes restricciones horarias y de aforo, así como con "otras limitaciones en servicios como la gastronomía", recuerda Cirsa.
Por otra parte, Cirsa explica que pudo reabrir en agosto en República Dominicana y "parcialmente" en México y Colombia, y espera que "a lo largo de septiembre y octubre se puedan restablecer todas las operaciones en el resto de mercados latinoamericanos", aunque con restricciones.
Por ello Cirsa asegura que afronta la situación "más compleja" en los más de 40 años de historia de la compañía.
Para adaptarse a este nuevo contexto, Cirsa recuerda que ya desde finales del primer trimestre se apresuró a velar por la liquidez y la solvencia de la compañía, y que en el segundo trimestre firmó dos líneas de crédito de 55 y 20 millones de euros, respectivamente, para aumentar y garantizar la liquidez del grupo, que al cierre de junio se situó en 339,5 millones de euros.