Shanghái (China), 26 feb (EFE).- La mayor asociación internacional de navieras del mundo, el Consejo Marítimo Internacional y del Báltico (BIMCO), han abierto en la ciudad china de Shanghái, que cuenta con el puerto mercante más activo del mundo, su primer centro de operaciones en el gigante asiático.
La organización, con sede en Copenhague, reúne a más de 2.500 navieras de todo el planeta, que operan más de 15.000 barcos y gestionan cerca del 65 por ciento del tonelaje mundial de mercancías, y ahora tendrá una sede en China para mejorar su colaboración con las navieras y puertos del gigante asiático.
El centro, que empieza a funcionar esta semana en Shanghái, marca un momento clave para la asociación, y servirá para amplificar la "voz" de las navieras chinas en la escena mundial del sector, aseguró en su apertura el secretario general de la BIMCO, Torben Skaanild, según recoge hoy el diario oficial "Shanghai Daily".
Esto se notará especialmente en las discusiones internacionales para establecer y actualizar los estándares de funcionamiento del sector y de las reglas comerciales mundiales, precisó.
Uno de los casos de conflicto más recientes es el que enfrenta a la Asociación de Navieras de China con el grupo minero brasileño Companhia Vale do Rio Doce, que está tratando de dotarse de su propia flota de buques graneleros del mayor tamaño en uso hasta la fecha, los conocidos como "Valemax", pese a la resistencia de Pekín.
El objetivo de Vale, el mayor exportador mundial de hierro, es sobre todo abaratar sus precios para China, el mayor consumidor de ese metal, para poder competir mejor allí con el hierro australiano.
Para ello, en 2009 encargó a astilleros chinos y surcoreanos la construcción de 35 buques graneleros del mayor tamaño jamás construido, los "Valemax", de cerca de 400.000 toneladas de peso muerto, de los que ya cuenta con 15, mientras espera recibir los 20 restantes este mismo año.
La Asociación de Navieras de China, estrechamente relacionada con la mayor naviera del país asiático, la Compañía de Transporte Oceánico de China (Cosco), lleva años protestando porque Vale pretenda operar con sus propios barcos.
Desde su postura, lo considera competencia con las navieras tradicionales, ya que eso permite a Vale no sólo controlar la carga, sino decidir también el tonelaje (cantidad máxima posible por cada envío), que será mucho más competitivo que el de cualquier otra naviera del mundo.
Influido por esas presiones, el Ministerio de Transporte chino prohibió en enero de 2012 que atracasen en sus puertos buques de más de 350.000 toneladas de peso muerto, por supuestos motivos de seguridad. EFE