Por Carlos Ruano
MADRID (Reuters) - El Corte Inglés anunció el martes que ha suscrito un contrato de financiación con Santander, Bank of America (NYSE:BAC) Merrill Lynch y Goldman Sachs (NYSE:GS) por hasta 3.650 millones de euros que reemplazará a un crédito sindicado de 2013 y a una línea de pagarés suscritos por empleados del grupo.
"El acuerdo asegura financiación estable, con menor coste, mayores plazos y eliminando garantías", dijo el grupo de grandes almacenes, que avanzó que podría volver al mercado de capitales con una nueva emisión de bonos.
La nueva financiación está compuesta por un crédito puente de 1.200 millones de euros a doce meses y con opciones de extensión hasta dos años; un préstamo de 1.450 millones de euros a cinco años y una línea de crédito de hasta 1.000 millones de euros también a cinco años.
El Corte Inglés espera que Banco Santander (MC:SAN), Bank of America Merrill Lynch y Goldman Sachs procedan en breve a sindicar el nuevo contrato de financiación entre bancos nacionales y extranjeros.
A 31 de agosto de 2017 el grupo tenía una deuda de 3.927 millones de euros sin incluir compromisos de garantías y contragarantías financieras.
Según sus propios datos, las obligaciones del servicio de deuda anteriores a la refinanciación establecían restricciones para incurrir en endeudamientos adicionales o gravar o enajenar activos.
Uno de los principales de activos con los que cuenta El Corte Inglés es su cartera inmobiliaria, que valora "de acuerdo con criterios conservadores" en 16.875 millones de euros
BONOS Y PAGARÉS
El gigante de la distribución dijo que analiza la posibilidad de reemplazar el préstamo puente por financiación a medio y largo plazo.
"Entre las opciones objeto de dicho análisis se encuentran los mercados de capitales, principalmente la emisión de bonos", dijo.
Adicionalmente, también explicó que su filial de seguros tiene previsto ofrecer a los empleados y exempleados titulares de pagarés de la empresa -cuyo saldo vivo asciende actualmente a 1.315 millones de euros - "diversos productos financieros de ahorro".
Los 1.350 millones de euros en pagarés que el grupo busca liquidar han sido prestados por trabajadores y jubilados del grupo, uno de los mayores empleadores del país, suscribiendo papel no cotizado a cambio de una rentabilidad que suele estar por encima de la de mercado.
La búsqueda de alternativas a este peculiar método de financiación no sometido a organismos reguladores, buscaría profesionalizar estos préstamos para un grupo todavía no cotizado, pero que acude ya al mercado de bonos y que busca adaptarse a los estándares de las empresas que negocian en los mercados de capitales tradicionales.
El grupo tiene en vigor dos emisiones de bonos por un importe total de 600 millones de euros y un programa de pagarés, este sí regulado y con cotización en el MARF con un saldo vivo máximo de millones de euros.
(editado por Robert Hetz)