Por Jose Elías Rodríguez y Isla Binnie
MADRID (Reuters) - El encarecimiento del Brent en un entorno de producción estable propició un salto del 23 por ciento en el beneficio ajustado de Repsol (MC:REP) en el segundo trimestre, aunque este no alcanzó lo que esperaba el mercado por la debilidad estacional del negocio químico, que eclipsó la mejoría del margen de refino en el área de "downstream".
Los recortes de producción liderados por la OPEP, junto con las interrupciones de producción en Venezuela y Libia y la amenaza de sanciones contra Irán, han llevado el precio del barril de Brent a los 74 dólares, muy por encima de los 50 dólares en los que Repsol basa sus proyecciones.
El resultado neto antes de extraordinarios y a coste constante de inventario (CSS) fue de 549 millones de euros entre abril y junio, por debajo de los 567 millones de euros que de media esperaban cinco analistas consultados por Reuters y un 6 por ciento inferior al del primer trimestre.
Por la tarde, las acciones de Repsol, que este año han subido un 17 por ciento frente al 3 por ciento que cede el Ibex, se alejaban de mínimos aunque continuaban bajando alrededor del 0,5 por ciento.
"Considerando que Repsol ha subido un 17 por ciento en 2018 (+20% vs IBEX), esperamos una acogida negativa de estos resultados, aun a pesar de que, como anticipamos en nuestro previo, tanto las paradas de mantenimiento de refinerías como los peores resultados de química eran un riesgo a la baja que se ha materializado", dijeron analistas de Banc Sabadell (MC:SABE) en una nota para clientes.
El consejero delegado del grupo, Josu Jon Imaz, dijo en la teleconferencia con analistas que esperaba una mejor contribución del área de refino y marketing en el segundo semstre y que consideraba sostenible un margen de refino en el entorno de 7 dólares.
Imaz también señaló que la deuda neta se situaría al final del ejercicio se situaría al final del ejercicio en un nivel de entre 3.200 y 3.400 millones de euros. La petrolera cerró junio con una deuda de 2.706 millones, sensiblemente inferior a los 6.836 millones de marzo, tras la venta de la participación histórica del 20 por ciento en la antigua Gas Natural (MC:GAS) (ahora Naturgy) al fondo británico CVC por casi 4.000 millones.
CAMBIOS PARA EL VIAJE DE REPSOL POR LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA
Repsol acompañó los resultados con una remodelación de su cúpula directiva para impulsar su incursión en negocios de bajas emisiones en un mundo que se aleja progresivamente de los combustibles fósiles para combatir el cambio climático.
"Esta reestructuración está orientada al impulso de los negocios y a reforzar las capacidades técnicas de la compañía de cara a los nuevos retos asumidos en su apuesta por la transición energética", dijo el grupo en su comunicado.
Entre los cambios, destaca la salida del director financiero, Miguel Martínez, que se va tras once años en puestos de máxima responsabilidad y veinticinco en la petrolera, siendo sustituido por Antonio Lorenzo, hasta ahora director corporativo de estrategia.
Otro histórico en la empresa, Luis Cabra, asumirá el área de digitalización, una de las apuestas actuales de Repsol para lograr una mayor eficiencia y liberar recursos de caja, dejando su actual puesto de director general de "upstream" (exploración y producción) a Tomás García Blanco, hasta la fecha director ejecutivo de Europa, África y Brasil.
Tras meses buscando negocios alternativos al tradicional de producción, refino de petróleo y comercialización de carburantes, Repsol anunció hace un mes la compra de 2.350 megawatios de potencia a los dueños de la eléctrica Viesgo por 750 millones de euros, entrando a competir con mayor entidad con empresas como su antigua participada Naturgy.
(Información de Jose Elías Rodríguez y Isla Binnie; Editado por Tomás Cobos y Emma Pinedo)